Pau Ramírez
Asunción, 19 may (EFE).- Paraguay se ha convertido en el principal destino sudamericano de autos usados de países como Japón y EEUU, gracias a una reglamentación más permisiva que facilita la compra de vehículos asequibles a la población menos adinerada.
Conocidos como los "autos de Iquique", los vehículos importados de segunda mano se han convertido en un fenómeno en el país, donde son puestos en circulación tras haber sido transportados durante miles de kilómetros y "transformados" o reparados una vez en suelo paraguayo.
"Nadie es tonto, y todo el mundo sabe que los precios que ofrecemos son buenos", explica a Efe Francisco López, dueño de un negocio en Asunción que vende vehículos usados de Japón, Corea del Sur y Estados Unidos a partir de 20 millones de guaraníes (unos 4.700 dólares al cambio actual).
"El problema es que el mercado se va achicando, porque muchos han visto la rentabilidad del negocio", admite López, quien hace 17 años que se dedica a este comercio.
Las cifras facilitadas a Efe por un portavoz de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) no dejan ninguna duda del crecimiento del sector: de los 3.248 vehículos y furgonetas usados que llegaron a Paraguay en 2003, se pasó a los 35.048 en 2008 y a superar los 55.000 el año pasado.
Mientras, la importación de vehículos nuevos alcanzó las 28.887 unidades en 2012, un 1,72 por ciento menos que el año anterior, según datos de la Cámara de Distribuidores de Automotores y Maquinarias (Cadam).
Entre enero y marzo de este año, Paraguay importó 23.334 automóviles, de los que 16.161 (el 69 por ciento) eran usados, según la fuente de la DNA.
Los datos del primer trimestre de 2013 reflejan un aumento del 14 por ciento en la importación de vehículos usados con respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que la compra de autos nuevos descendió el 16 por ciento.
La llegada a Paraguay de estos demandados autos es el fin de un largo proceso que se inicia cuando son descartados en su país de origen, desde el que son transportados en barco hasta el puerto franco de Iquique, en el norte de Chile.
Desde ahí emprenden un nuevo viaje, ahora por carretera, hasta Paraguay, donde serán totalmente revisados y, los que proceden de Japón, modificados, para cambiar el volante de lado.
El transporte encarece la venta final en algo más de 2.000 dólares, pero sigue siendo más económico que comprar un coche de primera mano y los vendedores ofrecen financiación a los clientes.
"Pago unos 1.300 dólares por coche por el transporte en barco hasta Iquique, otros 600 por llevarlo por carretera hasta Asunción y luego, si hay que cambiar el volante, son unos 500 más", comenta Jorge Benítez, dueño de una de las muchas "playas" de autos de Iquique en la capital paraguaya.
El aumento de la importación de estos vehículos se ampara en una legislación propicia: Paraguay permite la compra de unidades con hasta 10 años de antigüedad, mientras Perú o Bolivia la limitan a 5 años y otros países como Argentina, Brasil la prohíben.
"Argumentan que los vehículos con más de 5 años contaminan más, pero no es verdad. Los revisamos todos y los adaptamos a lo que necesiten", dice López a Efe.
El "boom" de los vehículos usados en Paraguay no es visto con buenos ojos por todo el mundo: los principales perjudicados son los asociados de la Cadam, que han visto bajar sus ventas en los últimos años, al tiempo que crecían las llegadas desde Iquique.
"Todo lo que hacemos es legal. Estamos al día de nuestros pagos con todo el mundo", defiende Benítez ante las críticas que sufre a veces el sector por falta de transparencia o regularización de los automóviles.
El número de "playas" sigue en aumento y el Centro de Importadores de Vehículos Usados (CEVI), que cuenta con unos 1.000 asociados, espera aumentar las ventas en 2013 entre un 10 y un 15 por ciento, dijeron sus dirigentes a la prensa local.
El buen momento que vive el mercado de los automóviles usados en Paraguay no ha pasado inadvertido en el mundo y el CEVI está haciendo ya negocio a buenos precios en España, debido a la crisis, o en Oriente Medio.
"Hay un aumento de los vehículos de Oriente Medio, que suelen ser de lujo, así como de Europa, cuyas importaciones deben crecer un 10 por ciento este año en nuestro mercado", sentencia Benítez. EFE