Madrid, 28 jul (.).- El Banco Santander (BME:SAN) obtuvo un beneficio de 4.894 millones de euros entre enero y junio de 2022, un 33 % más que el año pasado, gracias al incremento de los ingresos y a la reducción de las provisiones, con lo que compensó el impacto de la inflación.
La diversificación del grupo continuó siendo una de las claves del crecimiento de sus beneficios, que se situaron en 1.839 millones de euros en el área de Europa, un 38 % más; y alcanzaron los 1.946 millones en Sudamérica, tras crecer un 7 %.
Por el contrario, las ganancias se redujeron un 10 % en Norteamérica, hasta los 1.578 millones, debido a la normalización de las provisiones de crédito.
EL NUEVO IMPUESTO A LA BANCA
En rueda de prensa, el consejero delegado, José Antonio Álvarez, ha rechazado el nuevo impuesto a la banca que prepara el Gobierno y ha dejado claro que el sector ya paga suficientes tributos y que los beneficios que aportará la subida de los tipos de interés a las entidades no tienen nada de "extraordinarios", y menos después de años de tipos cero y negativos.
"La inflación difícilmente se combate con impuestos", con independencia de a quién afecten, ha dicho, al tiempo que se ha mostrado preocupado por la nueva estigmatización que todo esto supone para la banca, que a su juicio, ha hecho un esfuerzo "enorme" desde que estalló la pandemia para atender a sus clientes "cuando los demás cerraban".
Y además, la nueva tasa restaría a los bancos la capacidad de prestar unos 50.000 millones de euros en los dos años de vigencia de la misma.
Esto se debe a que cuando el sector concede unos 50.000 millones de euros en créditos, está asumiendo de media unos 25.000 millones como riesgo y eso, a un coste que ronda actualmente el 12 %, se traduce en 3.000 millones, la cantidad que el Ejecutivo quiere recaudar.
PESE A TODO, PREVÉN BENEFICIO RÉCORD EN 2022
También ha aprovechado para confirmar algunos de los principales objetivos marcados por la entidad en su último plan de negocio para el conjunto del año, entre los que podría contarse un beneficio récord de unos 9.000 millones de euros, con una rentabilidad ROTE del 13 %.
Álvarez, que abandonará próximamente el timón del día a día del banco, se ha negado en varias ocasiones a valorar su mandato y a comentar lo ocurrido hace cuatro años, cuando estuvo a punto de ser sustituido por el banquero italiano Andrea Orcel, cuyo fichaje se torció poco después de anunciarse y acabó en los tribunales, tras lo que Álvarez continuó en su puesto y su lealtad fue muy alabada.
Asimismo, ha quitado importancia al desenlace del proceso de venta de la entidad mexicana Banamex, al no ser aceptada la oferta que hizo la entidad española, aunque se mostró convencido de que el propio proceso de venta ya les da la oportunidad de crecer en el país, donde tienen un banco con el 14 % de la cuota de mercado.
En cuanto a la actividad comercial, pese a la inflación y a la incertidumbre que reina en los mercados, el banco batió un nuevo récord en recursos de clientes, que sumaron 1,1 billones de euros, tras crecer un 4 % impulsados por los depósitos (+5 %).
Los créditos también aumentaron, un 6 %. Sobre todo las hipotecas, que se incrementaron un 7 %, mientras que los préstamos para consumo lo hicieron un 6 % y a empresas el 4 %.
La ratio de morosidad global se situó en el 3,05 %, 17 puntos básicos menos que en junio de 2021 gracias a la buena actividad en Europa y Norteamérica, con una cobertura para insolvencias que se mantuvo en el 71 %.
En España, el beneficio ordinario fue de 652 millones de euros, un 86 % más, sobre todo por la disminución de las provisiones y por los menores costes registrados, que compensaron el impacto de la inflación.
El país que más aportó a las cuentas fue una vez más Brasil, con un beneficio ordinario de 1.365 millones de euros, un 1 % menos, debido a los mayores costes que tuvo y también a una mayor necesidad de provisiones ante el cambio del mix de negocio hacia segmentos de mayores márgenes.
La cartera de clientes del Grupo Santander aumentó en más de siete millones en los últimos doce meses, hasta los 157 millones.
El uso de servicios digitales siguió creciendo, con 50 millones de clientes, y un 56 % de las ventas se hizo vía web o móvil en el primer semestre, frente al 52 % del mismo periodo del año anterior.
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