Santiago de Chile, 16 jun (EFE).- El presidente de la firma minorista La Polar, Heriberto Urzúa, suspendida desde el pasado lunes de la Bolsa de Comercio por malas prácticas, anunció hoy medidas compensatorias a sus clientes, que suman 1,2 millones, preferentemente de ingresos medios y bajos.
El pasado día 10, el directorio de la empresa, con operaciones en Chile y Colombia, admitió prácticas no autorizadas en la repactación unilateral de créditos de sus clientes, lo que derrumbó sus acciones y provocó que la capitalización bursátil de la firma bajara en un día 670 millones de dólares.
En una rueda de prensa, Urzúa precisó este jueves que las medidas adoptadas por el directorio de La Polar, incluyen eliminar todos los cargos de cobranza, eliminar los intereses penales si es que los hubiese y eliminar las multas.
Asimismo, se eliminarán los registros de Dicom, un listado comercial y financiero de acceso público en el que se registra a los deudores en Chile, y se volverán a calcular los intereses de la deuda, haciendo descuentos de 50, 30, 25 o 15 por ciento en los intereses de acuerdo al tiempo que el cliente acuerde pagar su deuda.
"Las repactaciones automáticas a los morosos nunca han sido autorizadas por este directorio", enfatizó Urzúa en rueda de prensa y anticipó que al interior de la compañía se está "investigando absolutamente todo".
En tanto, el gerente de asuntos legales de la empresa, Andrés Escabini, que también participó en la conferencia, dijo que "nuestra preocupación es que nuestros clientes salgan contentos", y pidió después "no estigmatizar a la compañía", con lo sucedido.
Por su parte, la ministra chilena del Trabajo y Previsión Social, Evelyn Matthei, afirmó hoy que su preocupación primordial "es que se proteja a los trabajadores, que se proteja a los consumidores y que también se proteja a los proveedores y a la pequeña y mediana empresa".
Matthei añadió que los delitos en el caso de la firma La Polar "es tan grave como robar un cajero automático" y agregó que lo importante ahora "es solucionar el tema de los deudores y darle tranquilidad a los trabajadores.
El diario electrónico El Mostrador denunció esta jornada que los gerentes, directores y sus sociedades relacionadas recibieron más de 17 millones de dólares gracias a la venta de las acciones que tenían de la propia compañía desde 2008, cuando ya habían comenzado a saberse de las primeras denuncias de clientes.
El propio Urzúa reconoció a Radio Agricultura que algunas personas utilizaron la compañía y armaron sistemas de forma tal "de hacer todo este desastre".
"(Son) Personas de niveles altos, se ocultó información al directorio en forma flagrante, se falseó la información", sentenció.
Este lunes, la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) suspendió hasta este viernes las operaciones en la Bolsa chilena de las acciones de La Polar, con el objetivo de "procurar que inversionistas, accionistas y mercado en general puedan contar con la información suficiente".
La crisis financiera de La Polar arrastró al resto de las empresas minoristas en la Bolsa local, con fuertes caídas ante temores de que nuevas regulaciones y fiscalizaciones pudieran afectar al sector.
También salpicó al Banco BCI, que tiene un poco más del 40 % de participación en la deuda de La Polar, por un monto estimado en 120 millones de dólares, y a los papeles del Banco de Chile, que es acreedor de un 14 % de los pasivos de la tienda minorista, que bajaron al menos un 4,5 %.
Por otro lado, un 24 % de la propiedad de la cadena está en manos de Fondos de Pensiones, por lo que también se han encendido luces de alarma respecto de esos recursos, pertenecientes a trabajadores, aunque las autoridades y las propias administradoras de esos fondos han asegurado que el daño, de concretarse, no será relevante.
En tanto, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) ha recibido hasta ahora más de 5.000 reclamos en contra de La Polar.
El director del Sernac, Juan Antonio Peribonio, subrayó este jueves que "sabemos que nadie tiene deudas impagas por gusto. Ya tener una deuda sin pagar es una angustia terrible que se agrava cuando lo que parece una solución como la reprogramación de una deuda se transforma en una pesadilla". EFE