Seúl, 8 jul (EFE).- La Bolsa de Seúl cerró hoy prácticamente plana, en una jornada en la que los inversores no se dejaron arrastrar por los datos negativos presentados por Samsung Electronics y optaron por la cautela de cara a la temporada de resultados que se avecina.
El selectivo Kospi cerró con una subida de 1,54 puntos, un 0,08 por ciento, y se situó en 2.006,66 unidades, en una sesión en la que se movieron 3.350 millones de dólares, mientras que el índice de valores tecnológicos Kosdaq, por su parte, creció 1,75 puntos, un 0,32 por ciento, y quedó en 554,90 unidades.
Poco antes del arranque de la sesión, Samsung Electronics, valor de referencia en Seúl, anunció que prevé un beneficio operativo en el período abril-junio de 7,2 billones de wones (5.232 millones de euros, 7.118 millones de dólares), lo que supone una caída del 24,4 por ciento respecto al mismo trimestre del año pasado.
Analistas locales apuntaron que las flojas previsiones de resultados presentadas por el mayor fabricante mundial de smartphones no cogieron por sorpresa a los inversores del Kospi, que ya habían anticipado el efecto del encarecimiento del won sobre el rendimiento del gigante de la electrónica.
La mejor prueba de ello fue que Samsung Electronics se apreció hoy un 0,23 por ciento.
Al margen de Samsung, muchos de los participantes del parqué surcoreano comenzaron a adoptar hoy posiciones más cautas a la espera de la presentación de resultados de las grandes empresas nacionales que comenzará a finales de mes.
Por su parte, las acerías cerraron mixtas, con Posco, la mayor de Corea del Sur, cerrando plano y Dongkuk Steel Mill dejándose un 0,98 por ciento.
La mayor refinería surcoreana, SK Innovation, cedió un 0,96 por ciento mientras que su competidora S-Oil cerró en tablas.
La divisa local, el won, perdió 1,4 unidades frente al dólar, que se cambió en 1.011,9 wones al cierre de la sesión.