Barcelona, 19 nov (.).- El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha afirmado este martes, durante la celebración del 60 aniversario de la primera Comisión Obrera Nacional, que el sindicato afronta el reto de "enfrentarse al mayor riesgo reaccionario en el mundo desde la II Guerra Mundial".
"En estos momentos es fundamental que, ante ciudadanías cansadas, demos espacios de certeza y seguridad que no se pueden basar en las viejas jerarquías reaccionarias", ha asegurado Sordo, quien ha instado a "construir futuros deseables" para la clase trabajadora.
En este sentido, ha mencionado la necesidad de un contrato social con mejores salarios, jornadas y servicios públicos, y hacerlo de forma organizada.
"La disputa es distinta a la del siglo pasado, pero en estas pugnas el sindicalismo obrero es un referente ineludible y vamos a seguir estando presentes", ha destacado Sordo.
Por su parte, el secretario general de CCOO de Cataluña, Javier Pacheco, ha afirmado que el sindicato "comparte los valores de la unidad, apertura, proximidad, culturales, del trabajo y de organización de la clase trabajadora".
"Somos el representante de la contraparte del poder que desarrollan los intereses de unos cuantos y debemos tener la capacidad de articular los derechos colectivos de la mayoría de la gente desde la organización", ha recordado.
Con este acto, las autoridades han querido recordar que, el 20 de noviembre de 1964, en la iglesia de Sant Medir del barrio de Sants de Barcelona se reunió la primera Comisión Obrera Nacional, que congregó a más de 300 sindicatos.
La jornada también ha contado con la presencia de personalidades como la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, o el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, entre otros.
Si bien las comisiones obreras ya existían en fábricas y oficinas de alrededor del territorio, este evento fue la semilla de la actual Comisión Obrera Nacional de Cataluña.
El acto también ha servido para marcar el final de las obras del edificio de la sede nacional, con la rehabilitación de las fachadas, patios y techos, llevada a cabo por el Ministerio de Trabajo, y unas obras de acondicionamiento de las distintas plantas, vestíbulos y salas, a cargo del sindicato.
El edificio, obra del arquitecto Josep Domènech i Mansana, se construyó entre 1923 y 1925, en el marco de la apertura de la Via Laietana, y actualmente cuenta con 23.000 metros cuadrados, distribuidos en dos sótanos, ocho plantas tipo y una planta ático.
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