Investing.com - El QE “a la europea” no se hace realidad por ahora… aunque sí podría hacerlo en junio. La posibilidad del programa de flexibilización cuantitativa sigue sobre la mesa, pero el BCE quiere, antes de mover ficha en uno u otro sentido, conocer las proyecciones económicas que se harán públicas en junio. Mario Draghi sugería con estas afirmaciones, o, por lo menos, así lo interpretaba el mercado, que dentro de un mes el organismo podría tomar las tan esperadas medidas extraordinarias.
Durante la rueda de prensa celebrada en Bruselas tras la reunión en la que el Banco Central Europeo ha decidido mantener en el 0,25% los tipos de interés, su presidente ha dejado claro que el Banco Central Europeo no se resigna al actual nivel de inflación en la eurozona, que, aunque subió dos décimas en abril, hasta el 0,7%, esta tasa se encuentra aún muy lejos del objetivo perseguido por el BCE, que es una inflación cercana al 2% pero sin tocar esa cota.
La determinación de pasar a la acción ante un período demasiado prolongado de baja inflación es unánime en el seno del BCE, según ha insistido Draghi, pero después, en todo caso, de conocer el informe de perspectivas que se hará público en junio.
Draghi ha admitido que la fortaleza del euro en un contexto de baja inflación y una actividad económica también baja, es motivo de preocupación. En todo caso, el efecto de las declaraciones de Draghi sobre el euro ha sido inmediato. El par EUR/USD, que había llegado a acariciar el 1,40 al comenzar la rueda de prensa, ha pisado el freno a fondo y se ha dado la vuelta hasta ponerse en negativo.
La expectación se traslada, así, a la reunión que tendrá lugar el próximo 5 de junio, esta vez en Fráncfort.