Colombo, 14 nov (.).- El presidente de Sri Lanka y ministro de Finanzas, Ranil Wickremesinghe, presentó este lunes los presupuestos para 2023 en los que se marcó como objetivo estabilizar la golpeada economía isleña sin depender por entero del posible préstamo por 2.900 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI).
"La inflación podría controlarse en cierta medida debido a las acciones tomadas en el pasado reciente. Del mismo modo, la rupia se está fortaleciendo. Esperamos mantener estos resultados. Confío en que, al avanzar por esta vía, podremos estabilizar la economía durante el próximo año", afirmó Wickremesinghe en el Parlamento.
Entre algunas de las medidas tomadas hasta ahora está la introducción de un sistema de cuotas de combustible y el control de los precios. El país también está considerando privatizar compañías estatales en pérdidas, incluida su aerolínea nacional.
El presidente anotó que con el "programa de estabilización fiscal prevé que los ingresos del Gobierno aumenten a alrededor del 15 % del PIB para 2025, frente al 8,3 % del PIB a finales de 2021".
Además el Gobierno tiene como objetivo reducir la deuda del sector público desde el 110 % del PIB el año pasado, hasta "no más del 100 % del PIB a medio plazo".
Así, anunció Wickremesinghe, esperan que las nuevas medidas contra la crisis supongan el logro de algunos objetivos como un fuerte crecimiento de entre el 7 y el 8 % en 2023, frente a una caída del 8,4 % en el segundo trimestre de este año.
También buscarán un aumento del comercio internacional en un 100 %, un crecimiento anual en las exportaciones de 3.000 millones de dólares hasta 2032, una inversión extranjera directa de más de 3.000 millones de dólares en la próxima década, o la creación de una mano de obra altamente cualificada en los próximos diez años.
"Debemos lograr un rápido crecimiento económico. Se debe aprovechar todo el potencial del país. (...) Debe modernizarse la educación y la salud, la agricultura y los recursos marinos, la industria, el comercio, la inversión, la defensa y las relaciones exteriores", subrayó el presidente.
El mandatario remarcó que el país debe llevar a cabo "esta transformación socioeconómica teniendo en cuenta los fenómenos globales. En particular, se debe prestar especial atención al cambio climático", subrayó, al anunciar además sus planes para establecer una Universidad Internacional para el Cambio Climático.
Sri Lanka se encuentra inmersa en la peor crisis económica desde su independencia, con una escasez de combustible y productos de primera necesidad que obligaron a los esrilanqueses a vivir con cada vez menos recursos. La inflación en el país supera el 66 %.
El pasado septiembre el FMI anunció el acuerdo inicial para la concesión de un programa de rescate urgente de unos 2.900 millones de dólares a Sri Lanka, algo que suponía solo el comienzo de un largo proceso que deberá seguir el país para salir de la crisis.
Esta crisis desató protestas por todo el país que forzaron la huida en julio del expresidente Gotabaya Rajapaksa, acusado de corrupción e inoperancia, y la elección posterior de Wickremesinghe, que como ministro también de Finanzas fue uno de los principales actores en las negociaciones con el FMI.
"Estamos haciendo estas reformas y reestructuraciones para construir una nueva economía. Supone una necesidad para el país, algo que necesitaba desde hace mucho tiempo", señaló Wickremesinghe.
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