Barcelona, 25 feb (EFE).– Cementos Molins ha cerrado 2020 con un beneficio neto de 93 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 4 % respecto al año anterior, a pesar del impacto negativo de la pandemia y los tipos de cambio.
Aunque los mercados cayeron de forma considerable en el segundo trimestre como consecuencia de la pandemia, la compañía ha conseguido mitigar los efectos negativos durante el tercer y cuarto trimestre del año, con unos ingresos entre octubre y diciembre de 288 millones de euros, un 12% más que en los mismos meses de 2019.
En total, los ingresos de Cementos Molins se han situado en 775 millones a cierre de 2020, un 3 % menos que el año anterior.
En cuanto al resultado bruto de explotación (ebitda), éste ha ascendido a 205 millones, con un crecimiento del 7%, que podría haber sido del 28% si los tipos de cambio se hubieran mantenido constantes.
La empresa ha explicado en un comunicado que "los planes de eficiencia y reducción de costes adoptados al inicio de la pandemia, la favorable evolución de los costes energéticos, junto con los resultados del primer año de actividad en Colombia, han tenido un impacto muy positivo en los resultados".
Gracias a todo ello, la deuda de la compañía se ha reducido un 59 %, hasta los 74 millones.
El consejero delegado de Cementos Molins, Julio Rodríguez, ha explicado que a pesar de las dificultades "los resultados dejan claro el fuerte compromiso del equipo humano y la resiliencia del negocio".
“En 2021 vamos a redoblar los esfuerzos y no tengo dudas de que, a pesar de la pandemia, conseguiremos superar los nuevos desafíos y alcanzar nuestros objetivos”, ha añadido Rodríguez.
El consejo de administración de Cementos Molins ha aprobado este jueves incrementar el dividendo con el fin de mejorar la retribución de sus accionistas.
En concreto, el 'pay-out' -porcentaje del beneficio que se destina a remunerar al accionista- pasará al 30 % en 2020 y se mantendrá en una horquilla entre el 30 y el 40 % para el ejercicio 2021 y siguientes.