BERLÍN (Reuters) - El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Sigmar Gabriel, equiparó el lunes al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) con los nazis que gobernaron el país desde 1933 hasta 1945, un insulto muy raramente utilizado en la política nacional.
En una entrevista con el proveedor de Internet t-online.de, Gabriel dijo que muchos votantes alemanes estaban considerando votar al AfD en las elecciones parlamentarias del 24 de septiembre porque creían que sus preocupaciones sobre inmigración, seguridad y empleos no estaban siendo atendidas.
"Si no tenemos suerte, entonces esta gente enviará una señal de insatisfacción que tendrá consecuencias terribles. Tendremos a verdaderos nazis en el Parlamento alemán por primera vez desde el final de la Segunda Guerra Mundial", dijo Gabriel, un socialdemócrata.
Sus comentarios fueron inusuales dada la constante sensibilidad de los alemanes a las referencias nazis, incluso 70 años después de que terminara la guerra. Contactado por Reuters, el AfD no tuvo una respuesta inmediata.
Fundado en 2013 como un partido anti-Unión Europea, el AfD cambió su estrategia tras la crisis de deuda de la zona euro y empezó a luchar contra la inmigración, tras la decisión de la canciller Angela Merkel de abrir las fronteras de Alemania a más de un millón de inmigrantes y refugiados.
El partido tiene escaños en 13 de los 16 parlamentos regionales y tiene posibilidades de dar el salto al Parlamento nacional por primera vez, según encuestas que muestran su apoyo en alrededor del 8 al 11 por ciento, muy por encima del umbral requerido del 5 por ciento.
Expertos políticos dicen que será la primera vez que un partido de extrema derecha tiene representación en el Parlamento alemán.
Gabriel, que lideró a los socialdemócratas, socios en la "gran coalición" de Merkel, hasta principios de este año, dijo que el AfD estaba ganando fuerza en comunidades y pueblos abandonados de la antigua Alemania comunista.
Merkel, cuyos conservadores de la CDU/CSU aventajan al SPD por dos dígitos en las encuestas, parece encaminada a ganar un cuarto mandato. Tanto los conservadores como los socialdemócratas han descartado gobernar en coalición con el AfD.