Marsella (Francia), 8 dic (EFE).- El líder del PP y próximo jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha defendido hoy un papel clave de España en el futuro de la UE y, en esa línea, ha pedido que sea uno de los países que junto a Alemania, Francia e Italia puedan bloquear el Mecanismo Europeo de Estabilidad.
Ha sido en la ciudad francesa de Marsella, en el marco de la cumbre del Partido Popular Europeo, donde Rajoy ha trasladado sus propuestas a los líderes europeos con los que se ha entrevistado, entre ellos la canciller alemana, Angela Merel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
A ellos les ha garantizado su compromiso contra el déficit y que España estará en primera línea de la UE "trabajando, opinando y existiendo".
Es lo que han asegurado fuentes del PP que ha expuesto a sus interlocutores Rajoy, quien en su intervención ante el plenario de la cumbre del PPE ha comprometido su apoyo a una reforma del Tratado europeo que garantice el rigor presupuestario.
También ha pedido activar "sin más dilación" todos los recursos disponibles "para contener la hemorragia de la deuda soberana".
El próximo presidente del Gobierno ha insistido en reclamar un papel activo de España en el futuro de la Unión Europea, y en esa dirección va una petición expresa que, según las fuentes del PP, ha realizado al presidente del Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, para que la traslade al decisivo Consejo Europeo que mañana se celebra en Bruselas.
Se trata de que la minoría con la que se pueda bloquear el antiguo fondo de rescate europeo, ahora denominado Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM), se reduzca del 15 al 10 por ciento.
Con el primero de esos porcentajes, sólo Alemania, Francia e Italia tienen cuota suficiente (que se determina en función de las aportaciones de cada país al Banco Central Europeo) para ese bloqueo.
Con el 10 por ciento, España (que tiene una cuota del 11,9) también podría tener la opción de bloquear este fondo, que podría servir para participar directamente en la recapitalización de entidades financieras, tal y como ha propuesto el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
En su discurso ante la cumbre del PPE, Rajoy ha defendido que los socios europeos pongan en marcha una serie de ajustes presupuestarios "profundos", eliminen gastos improductivos y desarrollen planes fiscales de largo plazo.
Ha aprovechado igualmente para exponer las líneas generales de su política económica: reducción del déficit, "profunda reforma laboral" y reestructuración del sistema financiero español.
Así se lo ha trasladado también al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso -con quien se ha reunido también en Marsella- y a Merkel y Sarkozy, cuyo plan conjunto para el futuro de la UE apoya.
Para el líder del PP, sería conveniente concretar "cuanto más rápido mejor" el contenido del nuevo Tratado de la UE, y la opción de los eurobonos para hacer frente a los problemas de las deudas soberanas no cree que sean una opción para hoy, sino que sólo podrían estar al final de un proceso.
No descarta la posibilidad de crear un "banco malo" para que absorba los activos inmobiliarios tóxicos, pero la decisión la tomará a primeros del año que viene.
Rajoy, quien ayer se reunió con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, ha aprovechado también su presencia en Marsella para entrevistarse con el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, y con el de Finlandia, Jyrki Katainen, y ha tenido tiempo para conversar con el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi.
Todos ellos se han sumado al aplauso con el que ha sido recibido en el plenario de la cumbre, donde ha sido felicitado públicamente por su victoria electoral por Durao Barroso, quien ha dicho que ganó "diciendo la verdad a los españoles".
También se ha referido a su triunfo en las urnas el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, y el presidente del PPE, Wilfried Martens. EFE
BB-aag/mgm