Nueva Delhi, 8 oct (.).- El Gobierno indio anunció este viernes que Tata Sons, la principal compañía del grupo Tata, ganó la licitación para adquirir la endeudada aerolínea estatal Air India tras ofertar 180.000 millones de rupias (unos 2.400 millones de dólares), con lo que culmina así un largo proceso de privatización.
El principal funcionario del Departamento de Inversión y Gestión de Activos Públicos, Tuhin Kanta Pandey, reveló en una rueda de prensa que Tata Sons se convirtió en el mejor postor tras una oferta de 180.000 millones de rupias (unos 2.400 millones de dólares) para adquirir el 100 % de la estatal Air India.
El otro postor fue un consorcio liderado por el presidente de la aerolínea SpiceJet, Ajay Singh, que ofertó 151.000 millones de rupias (unos 2.015 millones de dólares) para adquirir Air India, que posee en el país asiático más de 4.000 espacios de aterrizaje y estacionamiento para vuelos nacionales y 2.700 para internacionales, además de unos 900 en aeropuertos de otros países.
El Gobierno indio había situado el precio mínimo en 129.000 millones de rupias (unos 1.720 millones de dólares).
Pandey afirmó que la decisión se tomó tras "un proceso de licitación llevado a cabo de manera transparente", y que concluirá a finales de este año.
El acuerdo, sin embargo, no incluye activos no esenciales como propiedades inmobiliarias, valorados en 147.000 millones de rupias (1.962 millones de dólares), y que serán transferidos a una sección de Air India en manos del Gobierno.
AIR INDIA REGRESA A SUS FUNDADORES
Esta adquisición completa un círculo que comenzó en 1932 cuando Tata fundó Tata Airlines, una aerolínea que el Gobierno indio nacionalizó en 1953, y que adquirió el título del "Maharaja de los cielos" en un país que se había independizado en 1947.
El presidente emérito de Tata Sons, Ratan Tata, afirmó en un comunicado que se trata de "una gran noticia" el haber ganado la licitación, y ahora "se necesitará un esfuerzo considerable para reconstruir Air India".
El empresario añadió que ahora espera que la adquisición proporcione una "fuerte oportunidad de mercado para la presencia del grupo Tata en el sector de la aviación".
Tata Sons ya tenía participaciones mayoritarias en la aerolínea de bajo coste AirAsia India y en Vistara.
Los sucesivos gobiernos de la India habían tratado ya en el pasado vender la aerolínea, que acumulaba pérdidas valoradas en unos 700.000 millones de rupias (unos 9.300 millones de dólares).
Sin embargo, todos los intentos anteriores no habían logrado atraer a postores, ya que la India estaba dispuesta a vender solo el 76 % de la participación en la aerolínea con una flota de casi 150 aviones, incluidos 25 de su filial Air India Express.
Pandey dijo que hasta el pasado 31 de agosto la deuda de Air India se situaba en 615.600 millones de rupias (8.200 millones de dólares) y que Tata se hará cargo de 156.000 millones de rupias (2.081 millones de dólares) de esta cifra.
El ministro de Aviación Civil, Jyotiraditya Scindia, dijo que el retorno de Air India bajo el control de Tata supone ahora "una gran responsabilidad" para la compañía.
"Espero que la aerolínea continúe cumpliendo su misión de acercar a las personas", concluyó el ministro.
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