Roma, 11 oct (.).- La multinacional automovilística Stellantis quiere mantener su posición preeminente en Italia y no quiere dejar el país, ha asegurado este viernes su director general, Carlos Tavares, durante una comparecencia ante la Comisión de Actividades Productivas e Industrias del Parlamento italiano.
En un contexto de dificultades económicas para la empresa, que ha reducido a más de un tercio su producción de coches en Italia este año en relación con el ejercicio anterior, Tavares ha rechazado que Stellantis no tenga un plan industrial en el país, así como las acusaciones de que la empresa deja de lado a sus fábricas italianas.
"Es falso que no tengamos un plan industrial, lo presenté a los sindicatos", ha declarado Tavares.
Entre otras dificultades, la empresa ha suspendido temporalmente la producción de su modelo eléctrico Fiat 500 en el complejo de Mirafiori en Turín -la mayor fábrica de Stellantis en Italia- por falta de demanda en el mercado europeo.
"No tenemos intención de abandonar Italia ni de que nadie desafíe nuestro liderazgo. Tenemos capacidad para atender a un millón de clientes. Me preguntan si quiero vender sitios y mi respuesta es no. Lucharé como el infierno para conservarlo", ha respondido Tavares a las preguntas de parlamentarios italianos, tras semanas de incertidumbre por la situación de la empresa y el futuro de sus empleados.
En septiembre, Stellantis vio como en un día sus acciones en la Bolsa de Milán caían un 15 % tras anunciar una fuerte revisión a la baja de sus objetivos financieros para 2024.
Stellantis -que se creó en 2021 de la fusión de los grupos automovilísticos Fiat Chrysler Automobiles (BIT:STLAM) (FCA) y el grupo francés PSA- es clave en el sector industrial italiano y tiene varias fábricas en el país, con un total de 40.000 trabajadores.
La más grande en Italia es Mirafiori, en Turín, donde los sindicatos aseguran que el complejo está en decadencia por la bajada de la producción y del número de empleados.
La plantilla en este complejo fundado en 1939 en Turín -uno de los antiguos polos industriales del norte de Italia- han pasado de los cerca de 21.000 en de 2008 a unos 11.000 empleados en la actualidad.
Según denuncia la Federación Italiana de Trabajadores Metalúrgicos (FIOM), desde que Stellantis absorbió a Fiat no hay modelos de coches nuevos que se produzcan en Italia, ante lo que la producción bajó y la empresa priorizó sus actividades en otras plantas situadas en otros países donde la mano de obra o los costes productivos son más baratos.