Fráncfort (Alemania), 2 feb (.).- El consejero delegado del grupo industrial alemán ThyssenKrupp (ETR:TKAG), Miguel Ángel López, ha puesto el foco en la expansión internacional y el aumento de la rentabilidad "para volver a encarrilar" a la compañía y que regrese a la senda del crecimiento.
López, alemán de origen español, ha presidido este viernes su primera junta general de accionistas después de que fuera nombrado consejero delegado en sustitución de Martina Merz el pasado 1 de junio, en un momento complicado para la compañía.
ThyssenKrupp, que cuenta con unos 100.000 empleados en el mundo, perdió 1.986 millones de euros en el último ejercicio fiscal, que finalizó en agosto de 2023, al tiempo que sus ingresos cayeron un 9 % hasta los 37.536 millones.
La empresa industrial lleva años en transición y actualmente cuenta con planes para separar sus áreas principales: el acero y la construcción naval.
Ante los accionistas, López ha asegurado que ha recibido "un mandato claro en sus conversaciones con el mercado", que es volver a "encaminar al grupo y posicionarlo para que pueda crecer de forma rentable".
El consejero delegado ha afirmado que, en esas conversaciones, le han trasladado que no están satisfechos con los resultados ni el rendimiento de las acciones de la empresa, algo que entiende y a lo que promete poner solución.
En su opinión, la compañía "está muy lejos" de ser una empresa sana que gana dinero para las inversiones y rinde tan bien como sus competidores.
"Para garantizar el buen futuro de la empresa a largo plazo, tenemos que ponernos a la altura de la competencia y cumplir por fin con lo que nos hemos propuestos y lo que el mercado nos exige con razón desde hace año: que nuestras empresas rindan al mismo nivel que la competencia", ha dicho.
Para ello, ha considerado que ThyssenKrupp tiene que mejorar en la captación de clientes mediante su expansión a Oriente Medio, Estados Unidos y los mercados asiáticos, además de aumentar la rentabilidad del negocio gracias al estudio de los precios y las condiciones, así como la cooperación con los proveedores.
Unas medidas que, a su juicio, protegerán el interés de los empleados, después de que unos 250 trabajadores convocados por el sindicato IG Metall se manifestaran a las puertas de la junta para exigir una mayor participación en la dirección del grupo.