Fráncfort (Alemania), 12 may (.) .- El grupo industrial alemán ThyssenKrupp (DE:TKAG) tuvo una pérdida neta atribuida de 1.320 millones de euros en el primer semestre de su año fiscal , casi doce veces más que un año antes (-113 millones de euros), por la pandemia y gastos de reestructuración.
ThyssenKrupp informó hoy de que el resultado operativo estuvo influido por la pandemia, que paralizó la industria automovilística y redujo los precios y ventas de materias primas, así como por el mal resultado de la división de acero europea.
La entrada de pedidos se redujo en el primer semestre del actual ejercicio, que comenzó en octubre, hasta 15.000 millones de euros (-8 %), mientras la facturación cayó hasta 15.900 millones de euros (-4 %).
La pérdida operativa antes de extraordinarios fue de 443 millones de euros, frente al beneficio de 55 millones de euros un año antes, por el mal resultado de la división de acero europea Steel Europe (pérdida de 372 millones de euros, frente al beneficio de 76 millones de euros un año antes).
La presidenta de ThyssenKrupp, Martina Merz, dijo que la pandemia de coronavirus les crea desafíos "enormes" y que la repercusión de la crisis todavía no se puede calcular completamente.
No obstante, Merz considera que la crisis va a dejar huellas profundas en la compañía, que ha vendido recientemente su división de ascensores por 17.200 millones de euros a un consorcio de inversores liderado por Advent, Cinven y RAG.
La venta ha sido ya autorizada sin condiciones por ocho de las trece autoridades de defensa de la competencia que deben dar el visto bueno y se cerrará previsiblemente a finales del ejercicio, en septiembre.
El negocio de componentes automovilísticos tuvo una pérdida operativa semestral, antes de extraordinarios, de 28 millones de euros, frente al beneficio de 22 millones de euros un año antes, por la caída de la demanda tras el cierre de concesionarios y la paralización de la producción en la industria automovilística en febrero en China y en marzo en Europa.
Los componentes industriales tuvieron un beneficio operativo de 96 millones de euros, algo por debajo que el año pasado, gracias a los pedidos de la industria eólica.
La división de tecnología para fábricas redujo la pérdida operativa a 38 millones de euros (-60 millones de euros un año antes), por la recuperación de la construcción de factorías químicas y de cemento y el programa de reestructuración.
El negocio de ascensores tuvo un beneficio operativo de 402 millones de euros, por lo que se mantiene estable, y el de materiales de 38 millones de euros (75 millones un año antes) tras el cierre de la fábrica de acero inoxidable italiana AST.
Las acciones de ThyssenKrupp, que no dio pronósticos para todo el ejercicio, caían un 10,9 %, hasta 4,3 euros, en el índice de medianas empresas MDAX a media jornada.
ThyssenKrupp tiene deudas netas de 7.500 millones de euros.