Tokio, 10 mar (EFE).- La Bolsa de Tokio cayó hoy a su nivel más bajo en dos semanas debido a la depreciación del yen frente al dólar, una tendencia que perjudicó a las grandes compañías niponas al encarecer los costes de componentes y materias primas.
El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró hoy con una bajada de 124,44 puntos, un 0,67 por ciento, y se situó en las 18.665,11 unidades, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, retrocedió 7,01 puntos, un 0,46 por ciento, hasta las 1.524,75 unidades.
El Nikkei se situó así en su nivel más bajo desde el pasado 25 de febrero, después de varias semanas en las que el índice referencial del parqué tokiota alcanzó sus máximos en los últimos 15 años.
La Bolsa de Tokio abrió al alza en línea con las ganancias de la víspera en Wall Street, impulsadas por las expectativas sobre la posible subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) estadounidense.
No obstante, el mercado empezó a caer en terreno negativo conforme el yen se devaluaba frente a la divisa estadounidense, hasta alcanzar los 122 dólares, su nivel más bajo desde julio de 2007.
La debilidad del yen frente al dólar, que se ha mantenido durante los últimos meses, ha beneficiado por lo general a las empresas niponas, al abaratar sus productos en el exterior e incrementar el volumen de sus beneficios al repatriarlos.
No obstante, esta tendencia se ha invertido y ha empezado a pesar sobre el mercado tokiota, debido a la preocupación por los costes crecientes de la importación de componentes y materias primas y por la devaluación de los títulos de empresas niponas al pasarlos a dólares, según destacaron analistas locales.
Los grandes exportadores nipones registraron resultados mixtos, como muestran las ganancias del 1 por ciento de Honda Motor (TOKYO:7267), tercer fabricante nipón de automóviles, y la caída del 1,2 por ciento del gigante tecnológico Sony (TOKYO:6758).
También destaca la caída de la eléctrica Kyushu Electric Power (TOKYO:9508), del 2,2 por ciento, tras anunciar en la víspera unas pérdidas netas de 115.000 millones de yenes (874 millones de euros).
El volumen de negocio ascendió a 2,596 billones de yenes (19.729 millones de euros), por encima de los 2,195 billones de yenes de la víspera.