Tokio, 27 nov (EFE).- La Bolsa de Tokio cerró hoy con una bajada de un 0,30 por ciento tras una jornada en la que los inversores optaron por la recogida de beneficios ante la sensación de un sobrecalentamiento del parqué y la falta de estímulos claros.
El índice Nikkei cerró con una bajada de 60,47 puntos y se situó en las 19.883,94 unidades; mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, retrocedió 7,87 unidades, un 0,49 por ciento, hasta los 1.594,45 enteros.
El parqué tokiota inició la jornada al alza y consiguió alcanzar los 20.000 puntos, una cifra con la que no cierra desde el pasado 20 de agosto, aunque a media mañana comenzó su caída.
La sesión estuvo marcada por la falta de incentivos para los inversores que prefirieron recoger beneficios ante la posibilidad de un sobrecalentamiento, después de que el Nikkei cerrara la víspera en su máximo de tres meses.
Según los analistas, Tokio espera además indicadores importantes la semana que viene como la reunión del Banco Central Europeo (BCE) o la publicación del dato de producción industrial de Japón en octubre.
Las pérdidas se vieron amortiguadas, sin embargo, por el plan de Gobierno nipón de aprobar un presupuesto adicional de unos 3 billones de yenes (24.500 millones de .100 millones de dólares) para un plan de estímulo económico, que incluye medidas sociales y ayudas al sector agrícola.
El dato del índice de precios al consumo (IPC) nipón publicado hoy y que cayó en octubre un 0,1 por ciento, no influyó en el ánimo de los inversores al estar dentro de lo previsto.
La compañía textil Nisshinbo (T:3105) sufrió una de las caídas más fuertes al dejarse un 5,8 por ciento, después de reducir su previsión de beneficios casi un 20 por ciento para este año fiscal.
La cementera Sumitomo Osaka Cement (T:5232) cayó un 3,8 por ciento por la caída de cemento registrada en Japón en octubre.
En la primera sección, un total de 1.141 valores retrocedieron, frente a los 648 que avanzaron, mientras que 132 permanecieron sin cambios.
El volumen de negocio ascendió a 1,992 billones de yenes (15.320 millones de euros), por debajo de los 2,073 billones de yenes (15.920 millones de euros) de la víspera.