Tokio, 1 ago (.).- Las acciones de Toyota Motor (TYO:7203) cayeron un 8,48 % este jueves en la Bolsa de Tokio tras presentar sus resultados financieros para abril-junio, que reflejaban un descenso de sus ventas, así como una previsión de beneficio neto para el ejercicio en curso con una caída cercana al 30 %.
Los valores de Toyota, la firma con mayor capitalización bursátil en Tokio y líder global del automóvil, cerraron la negociación a un precio de 2.699 yenes (unos 16,5 euros), en una jornada en la que el indicador referencial de Tokio, el Nikkei, perdió un 2,49 % debido sobre todo a la apreciación del yen.
Un yen débil frente al dólar, el euro y otras divisas beneficia a grandes exportadores como Toyota, al incrementar el valor de sus ingresos a la hora de repatriarlos.
La continuada depreciación del yen frente a otras monedas durante el primer semestre fue precisamente uno de los factores que compensaron la caída de las ventas globales de Toyota, del 3,2 % entre abril y junio, y le permitieron cerrar ese trimestre con un aumento de su beneficio neto del 1,7 %, hasta los 1,33 billones de yenes (8.216 millones de euros).
Sin embargo, esa tendencia comenzó a revertirse el pasado mes de julio debido a las aparentes intervenciones de las autoridades niponas en los mercados de divisas y a las expectativas de una subida de tipos por parte del Banco de Japón, medida que se confirmó en la víspera, cuando la entidad decidió un incremento de las tasas de referencia a corto plazo desde el 0,1 % hasta el 0,25 %.
Las perspectivas de que un yen más caro socave los resultados de Toyota desalentaron a los inversores, y a ello se sumaron las previsiones de resultados de la firma para el ejercicio fiscal 2024 completo, que concluirá en marzo de 2025.
El fabricante nipón prevé una contracción de su beneficio neto del 27,8 %, hasta los 3,57 billones de yenes (22.023 millones de euros), y una caída de su beneficio operativo del 19,7 %, hasta los 4,3 billones de yenes (26.522 millones de euros).
Los resultados de Toyota también se vieron impactados por unas irregularidades en la certificación de sus vehículos para el mercado doméstico que causaron la suspensión de la producción de determinados modelos, y derivaron en la apertura de una investigación de las autoridades niponas, que emitieron en la víspera una orden para que la empresa corrija sus prácticas para evitar nuevos problemas del mismo tipo.