Gemma Casadevall
Berlín, 26 feb (EFE).- El segundo paquete de rescate a Grecia se somete este lunes al voto del Parlamento alemán (Bundestag) para una aprobación que se da por segura, pese a que desde el propio gobierno de Angela Merkel se ha "invitado" a Grecia a abandonar el euro.
Al nuevo paquete de rescate -130.000 millones de euros- se le augura mañana una votación de trámite, puesto que además del respaldo mayoritario de las filas gubernamentales se considera obtendrá apoyos de la oposición socialdemócrata y verde.
Ello no evitará que la sesión quede enmarcada en un clima de incertidumbre o historia sin fin, tanto en lo que respecta al volumen global de la ayuda como a la permanencia griega en el euro.
A unas declaraciones, el viernes, del ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, en las que no descartaba un tercer paquete de rescate a Grecia siguieron hoy las de su colega de Interior, Hans Peter Friedrich, aconsejando a Atenas regresar al dracma.
Friedrich, de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), argumentaba, en declaraciones recogidas por el semanario "Der Spiegel", que Grecia tendría más posibilidades de sanearse fuera de la zona euro.
El ministro no habló de "expulsar" al país heleno, sino de crear los mecanismos necesarios para "estimular" al país a abandonar la unión monetaria.
"Fuera de la unión monetaria, Grecia tendría más posibilidades de regenerarse y de ser más competitiva que dentro de la zona euro", apuntó Friedrich, según la cita de "Der Spiegel", no en formato de entrevista sino de declaración entrecomillada.
El ministro se convirtió así en el primer ministro del gobierno de Merkel en favorecer esta posibilidad, lo que ocurrió, además, la víspera de la votación del Bundestag.
El presidente de la CSU, Horst Seehofer, expresó este sábado, en un encuentro de su formación, su certeza de que la aprobación contará con el respaldo "casi cerrado" de su grupo parlamentario.
Se parte de la base de que el paquete obtendrá un amplio respaldo de la cámara, con los votos de la coalición de gobierno -la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, más su hermanada CSU y el Partido Liberal (FDP)-, más los apoyos anunciados de los opositores Partido Socialdemócrata (SPD) y los Verdes.
Desde el SPD se ha desafiado a Merkel a lograr la aprobación con una mayoría propia, sin depender del respaldo de la oposición, e instado a la canciller a "llamar al orden" al ministro Friedrich.
Ya en votaciones anteriores relacionadas con la crisis griega, a Merkel se les escaparon votos disidentes procedentes de las filas liberales y de los socialcristianos bávaros.
En esta ocasión no se pronostican deserciones espectaculares, aunque cualquier voto traidor se interpreta como un desafío al liderazgo de la canciller.
A la espera del comportamiento del Bundestag, un colectivo de empresas griegas pedía "una oportunidad para Grecia", a través de un anuncio a página entera en los principales periódicos alemanes.
"Grecia se ha comprometido al más duro programa de austeridad de su historia reciente", argumenta el texto del anuncio, que recuerda las medidas aprobadas por su Parlamento para reducir el déficit así como las consecuencias que debe afrontar la población del país.
"Nuestros socios de Europa nos han apoyado. Necesitamos este respaldo tanto como el aire que respiramos para romper el círculo diabólico" de la actual situación de crisis, prosigue el anuncio.
La campaña publicitaria ha sido financiada por un grupo de empresas punteras, agrupadas en la página de internet colectiva www.greeceischanging.com y tras el que se encuentran Coca-Cola Hellenic, el Piräus Bank, la aerolínea Aegean Airlines, entre otras. EFE