Bruselas, 19 jul (.).- La Unión Europea (UE) anunció hoy su decisión de iniciar un litigio en la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra la contratación "discriminatoria" de las empresas estatales rusas en detrimento de las europeas.
Como primer paso, la UE solicitó la celebración de consultas con Rusia en la OMC en relación con determinadas medidas rusas que "restringen o impiden" a las empresas de la UE vender bienes y servicios a las empresas estatales rusas y a otras entidades mediante la contratación con fines comerciales, precisó la Comisión Europea en un comunicado.
Estas prácticas "parecen ser contrarias" a las normas de la OMC, que exigen que Rusia no pueda discriminar a las empresas extranjeras en este ámbito, añadió el Ejecutivo comunitario en su nota.
Las consultas de solución de diferencias que la UE ha solicitado son el primer paso en el procedimiento de solución de diferencias de la OMC y si no se alcanza una solución satisfactoria, Bruselas puede solicitar la creación de un grupo especial que se pronuncie sobre el asunto.
Desde 2015, Rusia ha ampliado gradualmente su política de sustitución de importaciones mediante el uso de diversas restricciones e incentivos, aseguró la Comisión.
En opinión de Bruselas, esa política tiene como objetivo sustituir el uso de bienes y servicios extranjeros en los contratos de adquisición por parte de determinadas entidades relacionadas con el Estado ruso, y por parte de las personas jurídicas en los proyectos de inversión financiados por el Estado.
El impacto económico de ese proceder por parte de Moscú para las empresas de la UE es "muy significativo", según la Comisión Europea.
En 2019, el valor de las licitaciones publicadas por las empresas estatales ascendió a 23,5 billones de rublos, lo que supone unos 290.000 millones de euros y equivale al 21% del PIB de Rusia.
La UE impugna, en particular, tres medidas rusas que parecen ser incompatibles con la legislación de la OMC, en particular con el principio básico de trato nacional que exige a los miembros del organismo tratar a los productores extranjeros y nacionales de manera no discriminatoria.
La primera medida se refiere a las "evaluaciones discriminatorias de las ofertas de contratación", ya que durante esta fase de evaluación en sus contrataciones, ciertas entidades relacionadas con el Estado ruso deducen el 15% (hasta el 30% para ciertos productos) del precio ofertado por productos o servicios nacionales de entidades rusas.
Si la oferta con productos o servicios nacionales de una entidad rusa es entonces seleccionada, el precio completo se sigue pagando posteriormente.
Esto significa que los productos o servicios importados de las entidades extranjeras se consideran menos favorables durante esta fase de evaluación, porque no se benefician de esta reducción del precio del 15%, lo que da lugar a una discriminación contra las ofertas con productos o servicios importados prestados por entidades extranjeras, según Bruselas.
La segunda práctica que cuestiona la UE son los "requisitos de las autorizaciones previas", pues las empresas rusas que quieran adquirir determinados productos de ingeniería en el extranjero necesitan una autorización de la Comisión de Sustitución de Importaciones de Rusia.
Esta autorización, según el Ejecutivo comunitario, parece concederse de forma arbitraria y no es necesaria para adquirir productos de ingeniería nacionales.
Y la tercera práctica que Bruselas contesta son los "requisitos de las cuotas nacionales" en las compras para unos 250 productos, incluidos vehículos maquinaria, dispositivos médicos y productos textiles, en los que hasta el 90% deben ser productos nacionales.
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