Madrid, 9 dic (.).- UGT ha reclamado este viernes una subida del salario mínimo interprofesional (SMI) de al menos el 10 % en 2023 para evitar que pierda poder adquisitivo y alcanzar el objetivo marcado en la carta social europea.
"La subida del SMI no puede ser inferior al 10 %", ha dejado claro en rueda de prensa el vicesecretario general de política sindical, Fernando Luján, que ha señalado que el informe de los expertos sobre la senda de incremento debe estar ya terminado.
Con ese informe, el Gobierno llevará este mes a la mesa de diálogo social una propuesta de subida para este salario, actualmente en 1.000 euros en 14 pagas.
Junto a la subida del SMI, Luján ha urgido a la patronal a sentarse a negociar un nuevo acuerdo marco de negociación colectiva, AENC, que permita a los salarios recuperar poder de compra.
"No pueden continuar siendo cicatera e incrementar beneficios a costa de los salarios", ha criticado Luján en la presentación de un informe elaborado por el sindicato que muestra una realidad de salarios en España "bajos" mientras los beneficios empresariales aumentan.
MÁS MÁRGENES EMPRESARIALES A COSTA DE LOS SALARIOS
Así, según este estudio elaborado por UGT, un quinto de la población trabajadora (19,4 %) cobra menos de un salario mínimo interprofesional, debido a que realizan jornadas parciales, y cerca de la mitad (46,7 %) cobra entre 1 y 2 SMI en un contexto de fuertes desigualdades.
"Aunque el salario medio de la población se elevara en 2020 a 25.165,5 euros, el salario más frecuente se situara bastante por debajo, concretamente, en 18.480,2 euros. En catorce pagas serían 1.320 euros al mes brutos, unos 1.135 euros netos, una cuantía muy reducida para poder llegar a fin de mes sin dificultades", recoge el informe.
Y los salarios reales, añade el estudio, aún se encontraban 6,4 puntos por debajo de los percibidos en 2008.
En este contexto de partida, los moderados incrementos salariales de convenio que se están registrando en 2022 (2,6 % hasta octubre), muy inferiores a la evolución general de precios (8,8 % de media en el año), "dibujan un preocupante escenario de empobrecimiento de la clase trabajadora".
"Los salarios no están produciendo efectos de segunda ronda sobre la inflación", subrayan.
Frente a esta evolución de los salarios, el estudio señala que el tejido empresarial ha mejorado en 2 puntos porcentuales el margen de beneficio alcanzado el año pasado, superando a su vez (en 1,9 puntos) los niveles prepandemia (2019).
Por sectores, destacan los incrementos en servicios y construcción y actividades inmobiliarias, que rebasan con holgura los márgenes de beneficios de 2019 (en 2 y 3,9 puntos porcentuales, respectivamente).
"Una parte importante de las empresas que operan en este tipo de ramas están consiguiendo trasladar el alza de los precios de las materias primas al precio final de los productos que ofertan, lucrándose así de la espiral inflacionista que tanto daño está ejerciendo sobre el poder adquisitivo de las familias", añaden.
Según UGT, los beneficios empresariales fueron responsables, en promedio, del 83,7 % del aumento de precios, mientras que la partida de remuneración de asalariados apenas explica un 14,7 % en lo que va de año, casi 6 veces menos.