Dado el actual impulso a la regulación de las criptomonedas, la industria respiró aliviada el 13 de julio cuando Ripple Labs obtuvo una victoria parcial en su batalla legal con la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de Estados Unidos que se remonta a 2020.
La jueza Analisa Torres, del Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, dictaminó que el token XRP (XRP) de Ripple no es un valor, sino solo en relación con las ventas programáticas en exchanges de activos digitales. Sin embargo, la SEC también se anotó una victoria propia, ya que la jueza dictaminó que XRP era un valor cuando se vende a inversores institucionales, ya que cumple las condiciones establecidas en la prueba Howey.
Inmediatamente después de conocerse la noticia, Ripple se convirtió en la cuarta criptomoneda por capitalización de mercado. Apenas unas horas después del fallo, la capitalización de mercado de XRP subió nada menos que USD 21,200 millones para alcanzar un nuevo máximo anual de USD 46,100 millones, con lo que pasó de la séptima posición a superar al token USD Coin (USDC) de Circle y al token BNB (BNB) de Binance.