Madrid, 20 oct (.).- Un millón de empresas españolas -representadas por la patronal CEOE- han pedido a las instituciones de la Unión Europea (UE) más tiempo y flexibilidad en el futuro reglamento comunitario de envases y residuos, cuya negociación está en un momento clave y en su recta final.
La CEOE ha difundido este viernes los resultados de una reunión celebrada en Bruselas con representantes de las instituciones comunitarias, para expresar la preocupación de los empresarios por el nuevo reglamento, que examinará previsiblemente el martes que viene el Parlamento Europeo (PE).
El posicionamiento representa a 20 organizaciones y a empresas de toda la cadena de valor del envase, entre las que figuran el sector agroalimentario, el papelero o el de la gestión de residuos; aglutinan a firmas grandes y pymes, segmento primario, fabricantes, comercio y distribución.
La futura reglamentación de la UE sobre envases, según las empresas, establece "objetivos inviables" sin un análisis de impacto previo, por lo que han planteado alternativas "más quirúrgicas", diferenciadas para cada sector, y más tiempo para ponerlas en marcha, han explicado fuentes de la CEOE.
En la presentación del posicionamiento ante las instituciones de la UE (Comisión Europea, Eurocámara y presidencia española del Consejo de la UE) participaron la patronal europea BusinessEurope, la organización agraria Asaja, Marcas de Restauración, la de supermercados Asedas y la organización Aspapel.
Las empresas ha solicitado objetivos "realistas, basados en un análisis de sostenibilidad y solo cuando se demuestre que tienen beneficios claros para el medio ambiente y la sociedad".
La Comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara examinará el 24 la propuesta de reglamento, que en noviembre pasará al Pleno y después se producirán las negociaciones a tres bandas en las que participarán con la CE y el Consejo; es previsible que concluyan en 2024, fuera ya de presidencia española.
Las nuevas reglas propuestas tienen como fin que todos los embalajes de productos vendidos en la Unión en 2030 sean reciclables, con el objetivo último de reducir esos desechos en un 37 % en 2040 a través también de la reutilización y el reciclaje.