Buenos Aires, 7 jul (.).- El ministro argentino de Economía y precandidato presidencial, Sergio Massa, acusó este viernes a las cámaras empresariales del transporte de forzar una huelga general que afecta al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y seis provincias del país, a quienes llamó “parásitos del Estado que pretenden extorsionar” en busca de “rentabilidad” de sus ganancias.
“Es un paro que forzaron los empresarios, el Estado les transfirió la plata de los sueldos y algunos empresarios retuvieron la plata para forzar a los trabajadores a salir a la calle”, dijo el ministro durante un acto en la potabilizadora de Aguas y Saneamientos Argentinos (Aysa) que suministra agua y cloacas al AMBA.
La “retención de tareas”, como fue denominada en un comunicado de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), durante 24 horas se debe a falta de pagos en el incremento de los salarios de los conductores de autobuses.
La medida de fuerza afecta a la capital del país y su periferia en el conurbano bonaerense, la ciudad de La Plata (capital de la provincia de Buenos Aires) y las provincias de Corrientes (noreste), Entre Ríos (noreste), Santa Fe (noreste), Formosa (norte), Misiones (norte) y Tucumán (noroeste).
“Creemos en los empresarios que pagan todos los días, que apuestan, arriesgan, pero a los que son parásitos del Estado, no les tenemos miedo, los vamos a enfrentar para defender el derecho de la gente a viajar”, señaló el candidato presidencial peronista de Unión por la Patria.
De momento, el Gobierno se encuentra en negociaciones con los sindicatos y las cámaras que aglutinan a las compañías de transporte para intentar desbloquear el conflicto, aunque estudian multarlas si no llegan a un acuerdo.
“Cada vez que toman el colectivo, de cada 100 pesos (38 centavos de dólar) que ustedes pagan, 80 pesos (31 centavos de dólar) los pone el Estado. Y estos empresarios no pretenden mejorar las condiciones de los trabajadores con mejores salarios”, agregó Massa.
Durante la última reunión paritaria -que regula en Argentina los ajustes salariales, normalmente por debajo de la inflación-, las autoridades nacionales brindaron subas en los sueldos reclamados por los gremios, pero las empresas de transporte no aceptaron el convenio alegando falta de recursos económicos y reclamaron aumentos en los subsidios estatales.
Según la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), el Estado debe subsidios por importe de 38.000 millones de pesos (unos 150 millones de dólares al tipo de cambio oficial actual).
Para el titular de Hacienda, los empresarios del transporte buscan generar “rentabilidad” en sus ganancias, pretendiendo “tener de rehenes a los trabajadores”.