Tirana, 7 abr (.).- El único aeropuerto internacional de Albania tuvo que cerrar este miércoles a consecuencia de una huelga de controladores aéreos, que llevó a la cancelación de los 13 vuelos programados para hoy, y cuya duración no ha sido determinada por el sindicato convocante.
Los controladores de la compañía Albcontrol protestan contra la reducción de su sueldo mensual de 3.700 a 1.850 euros, la mitad de lo que ganaban antes de que el Consejo de Supervisión de Albcontrol tomase esta decisión en abril de 2020 debido a la caída del tráfico aéreo por la pandemia del coronavirus.
En Albania el sueldo medio es de unos 428 euros al mes.
Durante 2020, en el aeropuerto internacional "Madre Teresa" de Tirana operaron 102.000 vuelos, una gran reducción en comparación con los 216.000 que lo hicieron en 2019. En la actualidad el aeródromo funciona al 43 % de su capacidad.
El primer ministro albanés, Edi Rama, calificó la huelga de "grave sabotaje de la actividad del aeropuerto" y aseguró que no se tolerará y que el Gobierno llevará ante los tribunales de justicia a los organizadores del paro.
Rama acusó al exprimer ministro Sali Berisha y al actual presidente del país, Ilir Meta, de haber instigado esta huelga porque "buscan incansablemente derrocar al Gobierno y al mismo Estado".
Por su parte, la ministra de Infraestructuras y Energía, Belinda Balluku, declaró en rueda de prensa que esta huelga es ilegal y viola el Código del Trabajo, además de "menoscabar la seguridad nacional y el derecho de libre movimiento".
Según la ministra, la huelga persigue dañar la imagen albanesa en vísperas de las elecciones legislativas previstas para el 25 de abril, además de retrasar la llegada de las vacunas anticovid que se esperan, lo que podría bloquear la campaña de vacunación masiva de la población que comenzó a finales de marzo.
El Estado no puede devolver los sueldos de los 60 controladores aéreos a su nivel anterior, que corresponde mensualmente al salario de 600.000 albaneses, porque no dependen de su presupuesto, resaltó Balluku.
El presidente de la República negó estar involucrado y criticó a las instituciones responsables por no mostrarse disponibles para dialogar con el sindicato de los controladores aéreos y poder así encontrar una solución.