Un estudio detallado en el que han participado casi 100 millones de personas que recibieron la vacuna COVID-19 ha establecido una relación entre las vacunas y determinados efectos adversos, como la inflamación del músculo cardiaco y el síndrome de Guillain-Barré, lo que corrobora resultados anteriores.
El análisis indicó que la probabilidad de desarrollar estos problemas de salud es mayor tras contraer el virus que causa la COVID-19 que por recibir la vacuna, lo que subraya la necesidad de sopesar las ventajas de la vacunación frente a sus riesgos potenciales.
La investigación, llevada a cabo por la iniciativa Global COVID Vaccine Safety, analizó los datos de 99.068.901 personas de ocho naciones, examinando las respuestas negativas tras la administración de las vacunas de Pfizer (NYSE:PFE), Moderna y AstraZeneca.
El objetivo del estudio era hacer un seguimiento de 13 acontecimientos negativos específicos en los 42 días siguientes a la vacunación, entre ellos el síndrome de Guillain-Barré, la parálisis facial, las convulsiones, la inflamación del músculo cardiaco y la inflamación del revestimiento que rodea el corazón.
Según el estudio, quienes recibieron la vacuna de AstraZeneca experimentaron un aumento notable de incidentes del síndrome de Guillain-Barré en los 42 días posteriores a la vacunación.
Además, se observó un aumento imprevisto de los casos de encefalomielitis aguda diseminada (ADEM), un trastorno que provoca inflamación en el cerebro y la médula espinal, tras la dosis inicial de la vacuna de Moderna.
No obstante, las observaciones relativas a la ADEM no indicaron "ninguna tendencia uniforme con respecto a la vacuna o al momento posterior a la vacunación, y una investigación epidemiológica más amplia no ha verificado ningún vínculo potencial".
El estudio también identificó un aumento considerable de casos de inflamación del músculo cardiaco, en particular tras las vacunas de ARNm de Pfizer y Moderna, de manera uniforme tras la primera, segunda y tercera dosis.
Además, los casos de inflamación del revestimiento que rodea el corazón fueron significativamente más frecuentes de lo esperado tras la primera y la cuarta dosis de la vacuna de Moderna.
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