LIMA, 20 ene (Reuters) - La mina de cobre Antapaccay en Perú, controlada por Glencore (LON:GLEN), anunció el viernes el cierre temporal de sus operaciones tras sufrir horas antes un nuevo ataque de manifestantes, en la que quemaron "algunas zonas" del campamento y "saquearon" las pertenencias de sus trabajadores.
Antapaccay dijo en un comunicado que un grupo de residentes de la zona donde opera, en la región de Cusco, llegó a la mina demandando la paralización de sus actividades y la emisión de un comunicado pidiendo la renuncia de la presidenta de Perú.
"Ante estos hechos inaceptables y el riesgo que implica para nuestros trabajadores, la empresa anuncia la paralización temporal de sus operaciones", afirmó la compañía.
La minera refirió que un grupo de vándalos ingresó más temprano a la mina saqueando pertenencias de los trabajadores y bienes de la empresa, y quemando algunas zonas del campamento. Los manifestantes abandonaron después el lugar y ahora "la situación se encuentra bajo control", añadió Antapaccay.
Imágenes de video subidas por la empresa a su cuenta de Facebook (NASDAQ:META) habían mostrado antes a decenas de personas prendiendo fuego a material inflamable cerca de las instalaciones de la mina, ubicada en la provincia andina Espinar de Cusco.
Antapaccay había sufrido un ataque hace ocho días en medio de una crisis cada vez más profunda por las protestas antigubernamentales, centradas en las principales regiones mineras.
La empresa dijo el jueves en un comunicado que a raíz de aquel incidente estaba operando "únicamente al 38% de la fuerza laboral" y había suspendido el transporte de sus concentrados para su exportación, confirmando una información previa.
De continuar esta situación, la economía de Espinar podría verse afectada directamente porque la compañía genera el 70% del presupuesto de esa localidad y entrega hasta un 3% de sus utilidades anuales antes de impuestos para financiar proyectos de desarrollo sostenible en el área, indicó la compañía.
Perú, el segundo productor mundial de cobre, sufre una de las peores protestas sociales en más de 20 años, lo que ha elevado el riesgo para la actividad minera, impulsado el precio del metal y golpeado el valor de las acciones de algunas empresas.
Antapaccay produjo entre enero y noviembre del año pasado unas 135.987 toneladas de cobre, un 12,3% menos frente al mismo periodo del 2021, según el Ministerio de Energía y Minas.
La mina es una de las tres que han sufrido ataques de manifestantes en los últimos días. Las Bambas, de la china MMG Ltd, en la región andina de Apurimac -vecina de Cusco- ha frenado el transporte de concentrados de cobre y el ingreso de insumos por los bloqueos, aunque su producción continuará "en tanto se tenga el stock" de los suministros.
La canadiense Hudbay dijo el jueves en un comunicado que manifestantes ingresado a las instalaciones de su unidad de cobre Constancia en Cusco, dañando y quemando maquinaria y vehículos clave para sus operaciones.
Las protestas en demanda de la renuncia de la presidenta Dina Boluarte estallaron luego de la destitución y arresto del expresidente izquierdista Pedro Castillo, que intentó el 7 de diciembre disolver de forma ilegal el Congreso.
(Reporte de Marco Aquino. Editado por Marion Giraldo y Raúl Cortés Fernández)