Jerusalén, 21 feb (EFE).- Israel tiene asegurado un siglo de autosuficiencia energética con su último hallazgo, el Leviatán, la mayor reserva marítima de gas encontrada en el mundo en la última década, según el experto israelí Yacob Gilboa.
El Leviatán, a unos 130 kilómetros de la ciudad de Haifa (en el noroeste del país), podría empezar a producir gas dentro de unos cinco años, explicó en un encuentro con periodistas Gilboa, profesor de geología en la Universidad Hebrea de Jerusalén y miembro del equipo de Avner Oil&Gas, una de las empresas involucradas en el descubrimiento.
Las concesionarias de la explotación, la estadounidense Nobel y las israelíes Avner y Perforaciones Delec, aseguran que el campo tiene 16 trillones de pies cúbicos (TFC) de gas y que, además, podría esconder petróleo bajo la bolsa de gas, a unos 1.700 metros de profundidad.
Sumado a los 8 TFC de gas del cercano yacimiento de Tamar, que empezará a producir el próximo 2013, el nuevo yacimiento garantiza la autosuficiencia energética para los próximos cien años a Israel, que podría incluso convertirse en exportador de gas.
Gilboa explica que, teniendo en cuenta la cantidad de petróleo y gas que hay en otros países de Oriente Próximo y el Golfo Pérsico, es de esperar que haya más yacimientos en Israel.
Sin embargo, advierte que la nueva legislación que planea el Gobierno, que aumentará los impuestos sobre los beneficios de las petroleras de un 12,5 a un 16 por ciento y que fue aprobada hoy por el Comité Ministerial de Legislación, podría limitar el desarrollo y búsqueda de nuevos campos, dañando la capacidad de autosuficiencia energética israelí.
"Hasta ahora más del 40 por ciento de los ingresos de las petroleras se pagaban al Gobierno en impuestos, pero con este cambio podrán superar el 60 por ciento", explica Gilboa.
Esta medida, advierte, "puede desanimar a las empresas que buscan petróleo y gas" que a partir de ahora "se pensarán dos veces" si trabajar en el país.
"Hay que tener en cuenta que en Israel se han perforado más de 450 pozos secos y que el Gobierno no devuelve nada de esa inversión", apunta, y añade que "alguien tiene que pagar las actividades petrolíferas y no va a ser el Estado quien lo haga".
Recuerda, además, que "ya es bastante difícil conseguir la tecnología y las empresas que vengan aquí. Ninguna de las grandes lo hace para no arriesgar los intereses que tienen en los países árabes" que podría rechazar a multinacionales que trabajen también en Israel. EFE