(Actualiza con nuevos datos de los mercados)
Nueva York, 18 may (EFE).- Wall Street abrió hoy prácticamente plano y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, registraba una leve pérdida del 0,01 % mientras los inversores digerían los últimos datos sobre vivienda en EE.UU. y las preocupaciones sobre la situación de Grecia.
Media hora después de iniciarse las contrataciones, ese índice perdía 1,91 puntos hasta los 18.270,65 enteros, mientras que el selectivo S&P 500 se mantenía casi sin cambios con un alza de 0,01 puntos, situándose en 2.122,74, y el índice compuesto del mercado Nasdaq ascendía el 0,08 % (3,96 puntos) y se quedaba en 5.052,25 unidades.
La sesión arrancó con leves bajadas en los tres indicadores, pero con rápidos cambios de dirección que llevaron momentáneamente al Dow Jones a superar el récord de 18,288.63 alcanzado al cierre durante el pasado marzo, nivel que perdió poco después.
El S&P 500, con un ligero progreso, también se colocó por encima del nivel máximo con el que cerró el pasado viernes, en lo que fue su segundo récord consecutivo.
Pese a ello, la cautela dominó el inicio de la semana en el parqué neoyorquino, continuando la tendencia de cambios muy ligeros en las cotizaciones ya vivida en los últimos días.
Entre otros factores, hoy alimentó el pesimismo el dato sobre la confianza de los constructores en EE.UU., que registró una bajada de dos puntos en mayo.
La situación de Grecia, que negocia un nuevo acuerdo con sus acreedores, también influyó en el ánimo de los inversores, pues desde Europa llegaban advertencias de que las discusiones avanzan a un ritmo lento.
Por sectores, el sanitario lideraba las subidas con un 0,27 %, pero la mayor parte iniciaron el día en rojo, encabezados por una bajada del 1,30 % en las materias primas.
Entre los 30 componentes del Dow, los mayores avances los registraban Johnson & Johnson (NYSE:JNJ) (0,64 %) y Goldman Sachs (NYSE:GS) (0,62 %), mientras que en el otro extremo figuraban Microsoft (NASDAQ:MSFT) (-1,26 %) y Chevron (NYSE:CVX) (-1,05 %).
En otros mercados, el oro subía a los 1.226,1 dólares la onza, la rentabilidad de los bonos de deuda pública a diez años también avanzaba hasta el 2,205 % y el dólar se fortalecía frente al euro, que se cambiaba a 1,1349 dólares la unidad.