Nueva York, 23 nov (EFE).- Wall Street estaba apostando por leves alzas a media sesión, con los principales indicadores intentando operar en positivo después de un comienzo de la sesión sin rumbo fijo.
En el ecuador de la jornada, el Dow Jones de Industriales, el principal indicador, estaba plano, con un avance de 0,07 puntos, hasta los 17.823,88 enteros, mientras que el selectivo S&P 500 subía un 0,15 % o 3,09 puntos, hasta las 2.092,26 unidades.
Por su parte, el índice compuesto del mercado Nasdaq, en el que operan las principales firmas tecnológicas, ganaba un 0,26 % o 13,36 puntos, hasta los 5.118,28 enteros.
Durante la primera mitad de la jornada los tres índices llegaron a operar con una ganancia mayor, pero luego el mercado comenzó a perder impulso según se acercaba el ecuador de la sesión.
La nota más importante de la jornada seguía siendo la reacción al anuncio de que la firma farmacéutica Pfizer (N:PFE) se fusionará con la irlandesa Allergan, una combinación de negocios que ya se había anticipado oficialmente el pasado 29 de octubre.
Esa operación, por unos 160.000 millones de dólares, es la mayor de todos los tiempos en el sector farmacéutico, y la más importante de este año en Wall Street. La fusión quedará completada en el segundo semestre del año próximo.
Tras este anuncio, y a la espera de la luz verde de los accionistas y de los reguladores, Pfizer estaba liderando las pérdidas en el grupo del Dow Jones, con un descenso del 1,94 %.
Le seguían dentro de ese grupo la firma Apple (O:AAPL), que bajaba un 0,89 %, y la firma aeronáutica Boeing (N:BA), que cedía un 0,73 %.
En cambio, de los treinta títulos incluidos en el Dow Jones de Industriales los avances a media sesión estaban encabezados por Coca Cola (+1,56 %), seguido de la cadena de bricolaje Home Depot (N:HD) (+1,53 %) y de la petrolera Chevron (N:CVX) (+1,29 %).
Por sectores, destacaba el avance del 0,67 % en el de bienes de consumo no cíclico, así como el descenso del 0,59 % en el de telecomunicaciones.
En otros mercados, el petróleo de Texas subía a 42,25 dólares el barril, el oro cedía hasta los 1.069,0 dólares la onza, la rentabilidad de la deuda pública a diez años cedía hasta el 2,2588 % y el dólar subía ante el euro, que se cambiaba a 1,0619 dólares.