Mateo Sancho Cardiel
Nueva York, 20 may (EFE).- Wall Street se quedó hoy frío ante una nueva jornada de despiste con la Reserva Federal y, además de cerrar con resultados mixtos, interrumpió la buena racha de cuatro días de récords.
El banco central estadounidense volvió a decir que le parecía "improbable" que se subieran los tipos de interés en junio, lo cual, dada la inminencia del cambio de mes, sonó un poco a parodia de sí mismo, una expresión extrema de los titubeos y ambigüedades que caracterizan a la presidenta de la Fed, Janet Yellen, cada vez que habla del tema.
En Wall Street, que normalmente reaccionan apasionadamente a este tipo de comentarios, se reflejó cierto cansancio al respecto y todo quedó alrededor de lo plano.
El Dow Jones bajó un 0,15 % y el S&P 500 un 0,09 %, lo suficiente para que, después de cuatro días seguidos de récords en al menos alguno de los dos, hubiera cierta sensación de fracaso.
El Nasdaq, el que rompió la tendencia, lo hizo con unas ganancias mínimas de 1,71 puntos.
También es cierto que, con la última tanda de datos macroeconómicos bastante decepcionantes (PIB o crecimiento de la economía especialmente) nadie esperaba una decisión con brío por parte de la Fed.
Pero esa abulia que respecto a esta institución sonó a desgaste tuvo un tono de impunidad cuando se aplicó al caso de los bancos que hoy fueron multados por el Gobierno de EE.UU. por manipular de manera continuada durante cinco años los cambios de las divisas a nivel internacional.
De los cinco bancos señalados, los dos que cotizan en Wall Street, Citigroup (NYSE:C) y JPMorgan (NYSE:JPM), apenas se despeinaron y bajaron un 0,80 % y un 0,79 % respectivamente, lo cual dejó en evidencia cómo la multa multimillonaria no mueve ni un solo cimiento de las entidades fraudulentas y, desde luego, tampoco de la moral de los inversores.