Nueva York, 21 dic (.).- Wall Street se mantenía en terreno negativo a media sesión, después de las dudas iniciales, y con el Dow Jones de Industriales, el principal indicador, a cuarenta puntos de alcanzar la marca de los 20.000 puntos.
En el ecuador de la sesión, el Dow Jones bajaba un 0,07 % o 13,67 puntos, hasta los 19.960,95 enteros, mientras que el selectivo S&P 500 perdía un 0,08 % o 1,87 puntos, hasta las 2.268,89 unidades.
El índice compuesto del mercado Nasdaq perdía un 0,15 % o 8,03 puntos, hasta los 5.475,91 enteros.
Tanto el Dow Jones como el índice del Nasdaq tuvieron el martes nuevos récords al cierre, mientras que el S&P 500 se quedó a un punto de alcanzar su propia marca histórica, con una tendencia que, en principio, parece que no se va a repetir hoy.
Los analistas atribuyeron los descensos que se viven hoy al mal comportamiento del sector de salud, que cedía un 0,37 % a media sesión, y que lleva meses intentando rehacerse de las pérdidas que ha venido sufriendo, especialmente entre las empresas farmacéuticas.
El mercado no estaba reaccionando, de momento, al único dato económico dado a conocer hoy, el índice de ventas pendientes de casas usadas en Estados Unidos, que subió un 0,7 % en noviembre pasado, un nivel mayor que lo esperado.
Por sectores, el que tenía el retroceso mayor era el de salud y el que registraba el mayor avance era el de bienes de consumo no cíclico (0,61 %).
Seguía después el energético, que avanzaba un 0,31 %, a pesar de que el precio del petróleo de Texas estaba a la baja.
De los treinta títulos incluidos en el Dow Jones, las alzas estaban lideradas por la firma aeronáutica Boeing (NYSE:BA) (0,66 %), el grupo deportivo Nike (NYSE:NKE) (0,62 %) y la petrolera Chevron (NYSE:CVX) (0,58 %).
Dentro de ese grupo, los descensos más pronunciados eran para las farmacéuticas Merck (NYSE:MRK) (1,86 %) y Pfizer (NYSE:PFE) (1,40 %) y la firma bancaria Goldman Sachs (NYSE:GS) (0,98 %), que ha tenido fuertes avances en los últimos días.
En otros mercados, el petróleo de Texas bajaba a 52,68 dólares el barril, el oro descendía a 1.133,4 dólares la onza, la rentabilidad de la deuda pública a diez años bajaba a 2,546 % y el dólar se depreciaba ante el euro, que se cambiaba a 1,0431 dólares.