Mateo Sancho Cardiel
Nueva York, 1 jul (EFE).- En un nuevo día de récords en Wall Street, por primera vez el Dow Jones se acercó peligrosamente a la barrera mágica de los 17.000 puntos, una meta que para los analistas quizá no sea tan triunfal pero que parece que llegará tarde o temprano.
Eran alrededor de las 13.30 horas en Nueva York (17.30 GMT) cuando el Dow Jones subió hasta los 16.998,70 puntos, a solo 1,3 enteros para esa gloria que hace preguntar a muchos si la bolsa a vuelto a llegar demasiado lejos, a pesar de que, tras el repicar de la campana de Wall Street, los galones se acumulaban para su principal indicador.
Al estar cara a cara con ese éxito, las cotizaciones se contrajeron ligeramente para cerrar en un récord algo más alejado del número redondo (16.956,07 puntos) y la subida de hoy, de 129,47 enteros, suponía la mejor desde el 21 de mayo. Aún así, la prensa especializada apuntaba cierta preocupación por el "rally" imparable.
"Tres razones por las que el Dow Jones no merece estar en 17.000 puntos", titulaba un blog del Wall Street Journal, en un artículo con la señal de "Stop" como imagen ilustrativa y en el que se argumentaba que la crecida está impulsada por los propios inversores o por la falta de alternativas de inversión, pero no por unos resultados empresariales positivos.
Y es que la coletilla de "mejor de lo esperado" lleva disparando la bolsa sin estudiar los resultados de fondo, que se esperaban todavía peores, pero sin que eso signifique que los datos fueran buenos.
En cualquier caso, no solo el Dow Jones vivió día de éxitos: el selectivo S&P 500 también alcanzó un nuevo récord y estuvo cerca de su barrera personal, la de los 2.000, y el Nasdaq se apuntó lo que es un récord relativo, pues era su mejor marca desde el "boom de las .com".
A favor de los inversores que celebraban al cierre de la sesión, el poder de las cifras. La bolsa parece estar mejor que nunca, sin embargo, para los que sospechan de la burbuja, lo cierto es que no hubo un gran dato que favoreciera las dimensiones del "rally".
Y es que las cifras estratosféricas tenían esta vez, como única base, dos indicadores que coincidieron en la actualidad económica -el sector manufacturero y las ventas de automóviles-, los cuales fueron mejor de lo esperado, especialmente el primero, que alcanzó su mejor cifra en cuatro años.