Ángel Gómez
Nueva York, 6 ene (EFE).- Wall Street sigue de capa caída y en sus primeras tres sesiones del año ha tenido resultados tan penosos que el referente que se tiene en cuenta es el de 2008, cuando Estados Unidos sufría la crisis económica más reciente.
Han sido los tres días con mayores pérdidas acumuladas para los mercados desde 2008. Por si fuera poco, el precio del petróleo de Texas, de referencia en Estados Unidos, ha llegado también a niveles de ese mismo año.
Hoy, el Dow Jones de Industriales, el principal indicador, perdió un 1,47 % o 252,15 puntos y quedó por debajo de los 17.000 enteros. Pudo ser peor, porque durante la jornada llegó a caer más de 300 puntos.
Tuvo una caída menor el índice compuesto del Nasdaq, que cedió un 1,14 %, a pesar de la pérdida pronunciada de Apple (O:AAPL), la firma con la mayor capitalización bursátil del país, que llegó a operar por debajo del precio de 100 dólares por acción, un valor que le costó mucho trabajo conquistar en octubre de 2014.
De la debacle de hoy se libró, dentro del grupo del Dow Jones, la cadena de ventas minoristas WalMart, la mayor del mundo, que acaba de cerrar un mal año, perjudicado, entre otras razones, por un alto valor del dólar que resta ingresos a sus ventas fuera del país.
Los niveles de los principales indicadores bursátiles están en los de octubre pasado. El empujón que hubo en las semanas posteriores, con algunas dudas, no han servido de nada, y en Wall Street reina incertidumbre.
La sesión de hoy fue de volumen medio de operaciones, con un intento de corrección en la última hora, al implantarse una tendencia a las compras, que evitó que la caída de este miércoles fuera peor de lo que se presentaba.
La sesión comenzó con mal pie, con la atención puesta en la prueba nuclear que anunció hoy Corea del Norte y que pone en riesgo una frágil estabilidad en Asia, que, de por sí, sigue arrastrando pesares por la situación económica de China.
La desaceleración económica en China fue uno de los factores que derrumbó los mercados bursátiles el lunes y hoy se sumó, además, una fuerte caída de los precios del crudo.
El petróleo de Texas ya está por debajo de los 34 dólares, en los niveles de diciembre de 2008, pero los expertos del mercado creen que el derrumbe que se viene experimentando desde el segundo semestre de 2014 puede llevar el precio hasta los 25 dólares.
Bueno para el bolsillo de los consumidores, pero malo para las empresas energéticas y para economías como la estadounidense, que está luchando para que haya una subida de los precios a fin de llegar a una meta de inflación del 2 %.
Algunos comentaristas esperan que esta mala racha termine cuando en los próximos días comience la sesión de resultados trimestrales de las empresas estadounidenses.
Pero no hay buenos augurios en ese sentido y el mercado espera que para entonces se haya remontado en algo el pesimismo que impera ahora en el parqué.