Mateo Sancho Cardiel.
Nueva York, 11 may (EFE).- Wall Street vivió hoy uno de esos días en los que se quedó sin argumentos y se dedicó a recordar el excesivo entusiasmo del viernes, los datos macroeconómicos venideros o incluso en las elecciones presidenciales. Y, como cada que los inversores se paran a pensar, las cotizaciones bajaron.
Podría resumirse todo en una recogida de beneficios después de las subidas del viernes, ya que el Dow Jones de Industriales bajó un 0,47 %, el selectivo S&P 500 un 0,51 % y el índice compuesto del mercado Nasdaq un 0,20 %.
Pero hoy en Wall Street, más bien, se sintieron algo vacíos por el parón en la maquinaria de datos económicos de cualquier tipo: ni resultados, ni indicadores, ni grandes cambios en el dólar, el petróleo o los bonos de deuda. ¿Qué hacer?
Quedaban ecos del viernes, cuando la creación de los puestos de empleo ligeramente inferior a la esperada causó furor en el parqué por dar con la combinación mágica: mejoría pero no la suficiente como para que la Reserva Federal corte el grifo.
Sin embargo, hoy la inflamación de las cotizaciones tuvo su lógico efecto rebote (aun así, el balance es más que positivo) y el vacío dejó también para mirar no solo al pasado sino al futuro.
Los inversores del sector financiero, en concreto, se preocuparon por algo que es lo más cercano al "mea culpa" desde que empezó la crisis.
Después de un año, el 2014, en el que llovieron las multas a los grandes bancos de Estados Unidos por sus prácticas poco limpias que colaboraron a provocar la crisis financiera de 2008 (algo que, en algunas ocasiones, llegó a entusiasmar a los operadores de bolsa) hoy reflexionaron sobre el efecto que eso va a tener sobre el apoyo institucional de cara a las próximas elecciones.
The Wall Street Journal, de hecho, publicó que los grandes bancos han empezado a prepararse para defenderse de las críticas que esperan recibir de los aspirantes presidenciales.
Así, el sector financiero bajó hoy un 0,43 %, aunque peor jornada fue para el sector energético, que perdió un 1,56 % a pesar de que el petróleo hoy se quedó bastante estable (perdió solo un 0,23 %).
Los bonos de deuda pública quizá volvieron a recordar a la bolsa de Nueva York que su rentabilidad puede llegar a ser superior o equivalente y hoy se situaron en el 2,285 %, lo cual no colaboró a dar la vuelta a la situación.
Por eso, la semana comenzó sin definición: los presupuesto federales mañana, los datos de ventas al por mayor el miércoles o la venta de más bonos de deuda (estos a 30 años) el jueves completarán una semana que busca un rumbo hacia la recuperación o hacia el espejismo y que terminará con el dato de confianza del consumidor.