Mateo Sancho Cardiel
Nueva York, 17 jun (EFE).- Wall Street volvió a estar pendiente de las palabras huecas de la presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, que sigue remoloneando para dar una fecha para la subida de los tipos de interés, acontecimiento que llevan esperando los inversores desde hace meses.
"No debería ser exagerada la importancia de la primera subida de tipos de interés", fue la evasiva que utilizó esta vez para dejar en interrogante el hito que en Wall Street consideran clave para su futuro.
No descartó que la fecha fuera antes de acabar el año, pero en Wall Street ya están un poco cansados de tanto no descartar y de ningún concretar.
La comparecencia de hoy tras la reunión del Comité de Mercado Abierto de la Fed se sumó a una larga lista de infructuosas ruedas de prensa por parte de Yellen.
El 18 de marzo, por ejemplo, cuando se pensaba en junio como posible fecha, ella dijo que "no necesariamente" sería entonces.
Además, donde parecía que sí había un avance (retiró la palabra "paciente" que había utilizado anteriormente), ella se desdijo: "que hayamos quitado la palabra 'paciente' no significa que vayamos a ser impacientes".
El 22 de mayo, su término elegido fue que veía "apropiada" la subida de tipos este año si la economía sigue mejorando. La economía, en términos estrictos, ha seguido mejorando, pero no al ritmo deseado.
Algunos hablan ya de que hasta el 2016 no se tocarán esos tipos de interés "criogenizados" entre el 0 y el 0,25 % desde 2008.
Así pues, Yellen se ha convertido en una especie de maestra del teatro (o monólogo en este caso) del absurdo, utilizando las palabras como esas cáscaras sonoras a las que se refería Eugene Ionesco, uno de los fundadores del género ("¿yo absurdo? ¡qué absurdidad!", decía).
Pero los inversores son un público en general no muy leído y, en cualquier caso, con pocas ganas de encontrarle la gracia al juego retórico.
Hoy, de hecho, el Dow Jones reaccionó con un respingo inicialmente y pasó de los números rojos a los verdes, pero la jornada cerró con un aroma a desidia al alza.
Así, el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, subió un 0,17 %, el selectivo S&P 500 avanzó un 0,20 % y el índice compuesto del mercado Nasdaq progresó un 0,18 %.
En esta jornada sin empuje, quizá lo más interesante sucedió cuando los dos culebrones con más influencia en Wall Street (el de la Fed y el de la crisis griega) compartieron episodio.
Yellen dijo que existe el riesgo "potencial de alteración de los mercados financieros globales", y "sin duda" efectos de contagio a EE.UU., si al final Grecia y la Unión Europea no alcanzan un acuerdo. Más palabras y más oquedad.