Antonio Hermosín Gandul
Tokio, 22 feb (.).- ¿Qué tienen en común Warren Buffett, la inteligencia artificial y la debilidad del yen? Son algunas de las claves detrás del auge de la Bolsa de Tokio que la ha llevado a marcar este jueves un récord histórico, batiendo el que estaba vigente desde el cénit de la burbuja financiera hace 34 años.
El mayor influjo de inversores extranjeros siguiendo los pasos de grandes fondos internacionales y las continuadas políticas de estímulo del Banco de Japón (BoJ) han sostenido esta tendencia en los últimos meses hasta aupar al índice referencial de Tokio, el Nikkei, por encima de los 39.000 puntos.
La mayoría de analistas consideran que el optimismo en el parqué tokiota está más justificado hoy que en 1989, momento álgido de la burbuja financiera nipona, aunque también alertan de que el previsible endurecimiento de la política monetaria del BoJ podría acabar con la euforia más pronto que tarde.
Un mercado más atractivo para extranjeros
Pese a ser el mercado donde cotizan nombres archiconocidos por el gran público como Toyota (TYO:7203), Nissan (TYO:7201), Sony (TYO:6758) o Nintendo (TYO:7974), la Bolsa de Tokio era considerada como uno de los secretos mejor guardados entre las grandes plazas financieras globales, debido a la presencia de un gran número de activos infravalorados e ignorados por los inversores.
Esto comenzó a cambiar en 2020 cuando Berkshire Hathaway (NYSE:BRKa), la firma de inversión del multimillonario Warren Bufett, hizo público que había adquirido más del 5 % en las cinco mayores casas comerciales niponas: Itochu (TYO:8001), Marubeni, Mitsubishi (TYO:8058), Sumitomo (TYO:8053) y Mitsui (TYO:8031).
Una visita a Japón el pasado abril del 'Oráculo de Omaha' -como se conoce a uno de los inversores más respetados e influyentes del mundo-, en la que mantuvo reuniones con ejecutivos de numerosas empresas niponas y manifestó su deseo de aumentar su cartera japonesa, atrajo aún más la atención sobre las acciones del país asiático.
A esto se suman las reformas internas dirigidas a mejorar la gobernanza y promover el reparto de dividendos llevadas a cabo entre empresas niponas, así como un nuevo esquema en Japón de cuentas de ahorro desgravadas que ha animado a invertir en Bolsa a numerosos particulares desde este 2024.
El Boj como motor del mercado
El Nikkei cerró 2023 con un incremento acumulado del 28 %, y en lo que va de 2024 lleva una ganancia del 17 % hasta el récord de este jueves.
La continuada debilidad del yen es otro de los grandes factores detrás del auge en Tokio, ya que beneficia a los exportadores nipones a la hora de repatriar sus ingresos, además de abaratar las acciones de empresas japonesas para compradores foráneos.
La depreciación continuada del yen frente al dólar y al euro se achaca a la política de flexibilización monetaria que aplica el Banco de Japón desde hace más de una década, y que incluye tipos de interés ultrabajos y la compra masiva de activos, entre ellos fondos de inversión cotizados en bolsa.
El BoJ, por ahora, parece firme en su intención de mantener esta heterodoxa estrategia -la única que incluye tipos negativos entre las grandes potencias mundiales-, aunque todo apunta a que comenzará a subir esas tasas conforme considere que la economía nacional está lo suficientemente robusta, previsiblemente en los próximos meses.
Paradójicamente, el récord del Nikkei llega justo una semana después de que el producto interior nipón se contrajera un 0,1 % en el último trimestre de 2023, situando a Japón en recesión técnica y haciendo que el país fuera superado por Alemania como tercera economía mundial, según los datos del PIB nominal para el año pasado de ambos países.
El boom de la "IA"
Las empresas vinculadas al sector de los semiconductores están en la cresta de la ola del Nikkei gracias a las recientes ganancias de gigantes globales, entre ellas las de la víspera de Nvidia (NASDAQ:NVDA).
Aunque Japón no dispone de compañías de la talla y el renombre de esta firma estadounidense, de la surcoreana Samsung (KS:005930) o de la taiwanesa TSMC, sí que cuenta con numerosas empresas que trabajan más en la sombra pero que son líderes globales en sus respectivos campos especializados como proveedores de componentes o maquinaria para los chips.
Entre ellas están Tokyo Electron (TYO:8035), Advantest, Lasertec o Socionext, firmas habituales entre las más negociadas cada jornada en Tokio y que acumulan subidas de dos dígitos o incluso tres en los últimos meses. Disco Corporation, una empresa de herramientas de precisión para la industria de los chips, acumula una escalada del 228 % durante el último año.
Todas ellas se han visto favorecidas por la explosión de la inteligencia artificial y las enormes esperanzas depositadas en sus posibilidades económicas, así como por la apuesta de Japón y su principal aliado geopolítico, Estados Unidos, por desvincularse de la dependencia de China en el sector clave de los chips.