Londres, 13 nov (EFE).- La filial británica de la petrolera
francesa Total admitió hoy su responsabilidad en la explosión en el
2005 de un depósito de combustible en la localidad de Buncefield (al
norte de Londres), que causó un enorme incendio y heridas a 43
personas.
Total Uk se declaró culpable ante el tribunal penal londinense de
Old Bailey de haber violado dos disposiciones de la ley de salud y
seguridad en el trabajo y una de la de recursos hidrológicos, por
contaminación de aguas.
Otras cuatro empresas -Hertfordshire Oil Storage Ltd., British
Pipeline Agency Ltd., TAV Engineering Ltd. y Motherwell Control
Systems 2003 Ltd.- se declararon no culpables de las acusaciones,
presentadas ante el tribunal por dos organismos públicos, la
Ejecutiva de Salud y Seguridad y la Agencia Medioambiental.
Total, que el pasado 20 de marzo ya fue hallada responsable y
condenada a pagar daños y perjuicios por el Tribunal Superior de
Londres, no será sentenciada hasta que concluyan los juicios al
resto de las empresas implicadas.
La serie de explosiones ocurridas en la planta de almacenamiento
de Buncefield, causadas por el derrame de 300 toneladas de petróleo,
causaron un incendio descrito como el peor ocurrido en Europa desde
la segunda Guerra Mundial (1939-45).
La deflagración, que alcanzó 2,4 puntos en la escala Richter, se
pudo oír desde una distancia de 200 kilómetros, así como verse la
gigantesca nube de humo negro.
El Tribunal Superior resolvió en marzo que, de las dos petroleras
a cargo de la planta -Total y Chevron, a través del negocio conjunto
Hertfordshire Oil Storage Ltd (HOSL)-, que además de petróleo tenía
gasolina y queroseno, Total había sido culpable de negligencia.
La petrolera fue condenada a hacerse cargo de los costes por
daños a propiedades y negocios vecinos, que no estaban asegurados.
La investigación sobre el incidente estableció en el 2006 que uno
de los tanques de depósito se desbordó, pero el sistema de alarma no
detectó la nube de vapor que estaba formando el combustible, cuya
ignición causó la explosión. EFE