Buenos Aires, 12 ene (EFE).- Las patronales agrarias de Argentina anunciaron hoy que la semana próxima realizarán una huelga de siete días tras rechazar por "insuficientes" y "tardías" las medidas del Gobierno para eliminar las trabas a la exportación de trigo.
El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Hugo Biolcati, indicó que desde el lunes 17 hasta el domingo 24 de este mes los productores del país llevarán a cabo un nuevo cese en la comercialización de cereales y oleaginosas.
Esta medida de fuerza fue adoptada después de que el Gobierno anunciara hoy el levantamiento de las trabas a la exportación de trigos, al cabo de una reunión del ministro argentino de Agricultura, Julián Domínguez, con los dirigentes de las cuatro patronales agropecuarias.
La medida supone la libre disponibilidad para la exportación de 1,2 millones de toneladas de trigo, ya que hasta ahora se habían colocado unos 7 millones producidos en la campaña agrícola 2010-2011.
La mandataria argentina, Cristina Fernández, había anunciado además el martes una nueva línea de créditos por 210 millones de dólares sin intereses y a seis meses de plazo para que los productores de trigo puedan retener el grano con el fin de lograr mejores precios.
Las patronales, que exigen la "apertura total" de las exportaciones de trigo y maíz, consideran que los créditos y la "presunta liberalización" anunciada "constituyen un sistema discrecional y distorsivo" que "no resuelve el objetivo solicitado del normal funcionamiento de los mercados trigueros".
"Por medio de un pomposo anuncio de apertura del total del saldo exportado del trigo se esconde la mezquindad de mantener la aplicación de cupos absolutamente funcionales a los grupos concentrados de la molinería y la exportación", denunció Biolcati.
Las asociaciones agropecuarias argentinas, que reúnen a unos 290.000 agricultores y ganaderos, culpan a las multinacionales de exportación de granos de quedarse con la renta de los productores al calor de la política gubernamental.
Las exportaciones de trigo y maíz son reguladas por el Gobierno desde 2006 con el propósito de impedir que las alzas de los precios internacionales se trasladen al mercado interno.
"Esto lleva cinco años de política agropecuaria que no permite la competencia. Seguimos en lo mismo, no se ha escuchado en absoluto lo que nosotros pedimos", afirmó el dirigente patronal a periodistas tras finalizar la reunión con el ministro.
El titular de la cartera de Agricultura aseguró que las autoridades han cumplido con las promesas de ayudar a solucionar los problemas del campo, y advirtió a sus dirigentes que si deciden retomar las medidas de fuerza "tendrán que explicarle a la gente".
El campo mantiene un pulso con el Ejecutivo desde mediados de 2008, cuando el Parlamento impidió la entrada en vigor de un sistema de impuestos móviles a las exportaciones de granos, que, según los agricultores, son muy altos.
Aquel año, Argentina, uno de los mayores productores y exportadores mundiales de alimentos, sufrió millonarias pérdidas por las huelgas agropecuarias y los bloqueos de rutas que llevaron a cabo los productores rurales.
Desde que se desató el enfrentamiento con el Gobierno, las patronales realizaron alrededor de una decena de huelgas en la comercialización de sus productos. EFE