RIAD, 20 junio (Reuters) - Arabia Saudí instó el sábado a sus ciudadanos a no distribuir "documentos que podrían estar falsificados" en una aparente respuesta a la publicación de WikiLeaks el viernes de más de 60.000 documentos que sostiene que son comunicaciones secretas de diplomáticos del reino.
Esta declaración, hecha por el Ministerio de Asuntos Exteriores a través de su cuenta de Twitter (NYSE:TWTR), no negó directamente la autenticidad de los documentos.
Los documentos filtrados, que WiliLeaks sostiene que son comunicaciones de la embajada, correos electrónicos entre diplomáticos e informes de otros organismos estatales, incluyen discusiones sobre la posición de Arabia Saudí sobre cuestiones regionales y sus esfuerzos por influir en los medios de comunicación.
Reuters no pudo verificar de forma independiente la autenticidad de los documentos filtrados.
El principal exportador de petróleo del mundo, una monarquía absoluta, es altamente sensible a las críticas públicas y ha enviado a prisión a activistas por publicar ataques contra la dinastía gobernante Al Saud y contra importantes clérigos. Además, mantiene un estrecho control sobre los medios locales.
Desde las revoluciones árabes de 2011, las autoridades saudíes se han vuelto cada vez más intolerantes con el disenso, aparentemente por temor de que la inestabilidad de los países vecinos golpee a su conservador reino islámico.
Las declaraciones del sábado son la única respuesta oficial del Gobierno desde la publicación de estos cables diplomáticos, que WikiLeaks sostiene que es el principio de una tanda de más de medio millón de documentos que ha obtenido y que tiene previsto publicar.
WikiLeaks no dijo dónde había obtenido estos documentos, pero se refirió en una nota de prensa a las declaraciones de Riad en mayo de que había sufrido una brecha en sus redes informáticas, un ataque que después reivindicó un grupo autodenominado Ciberejército Yemení.