Adriana Flores Bórquez
Atenas, 22 abr (EFE).- Arrinconada entre la desconfianza de los
mercados y la oposición de los sindicatos a los planes de ahorro,
Grecia vivió hoy una nueva jornada de agobios, marcada por la
huelga, el aumento del déficit, los elevados costes de la deuda y el
descrédito internacional.
Así, la tragedia griega sumó nuevos episodios, en forma de
pancartas en las calles y de datos preocupantes en los despachos, y
en medio de un ambiente de incertidumbre ante las dudas de si el
Gobierno decidirá o no echar mano del paquete de rescate crediticio
diseñado por los países de la zona del euro.
Mientras el primer ministro, Yorgos Papandréu, deshoja la
margarita, Eurostat, la oficina estadística europea, hizo sonar las
alarmas al anunciar una revisión al alza del déficit griego en 2009
de casi un punto, hasta el 13,6 %.
Papandréu lanzó un mensaje de calma y aseguró que ese nuevo
cálculo "no altera el objetivo de reducirlo (el déficit) este año en
un 4 por ciento".
Sin embargo, el dato cayó como un jarro de agua fría y el
diferencial del bono griego a diez años en relación al alemán llegó
a dispararse hasta los 576 puntos, el valor máximo en 10 años, y el
precio de la deuda griega llegó al 8,7 %.
El anuncio de que el déficit fue aún mayor del manejado hasta
ahora fue también determinante para un nuevo varapalo, en forma de
la rebaja de la calificación de la deuda griega anunciada por la
agencia Moody's.
En un comunicado, la agencia argumentó su decisión de reducir la
calificación desde el nivel A2 al A3 en el "riesgo importante de que
la deuda sólo se estabilizará a un mayor y más caro nivel del
previsto con anterioridad".
Moody's indicó que la revisión al alza del déficit griego "ha
elevado aún más el listón para que el Gobierno griego pueda cumplir
sus objetivos" de control de la deuda y reducción del déficit.
Pero la presión a la economía griega no sólo llegó de fuera. En
las calles de Atenas, el sindicato de funcionarios volvió a mostrar
músculo contra el severo programa de ahorro del gasto público puesto
en marcha por el Ejecutivo heleno.
Unas 25.000 personas, según los convocantes, y 10.000 según la
Policía, participaron en la manifestación que hoy acompañó la huelga
general de los empleados públicos.
Esta huelga coincidió con otra convocada por el sindicato
comunista PAME que afecta a varios sectores privados desde ayer.
El transporte marítimo desde Atenas hacia las islas del mar Egeo
sigue interrumpido desde ayer por el paro de los trabajadores
portuarios y los hospitales públicos en Atenas y el Pireo atendieron
sólo casos de emergencia en la segunda jornada de huelga de los
médicos por las rebajas de las pagas extras.
En ese escenario, continuaron hoy en Atenas las conversaciones
entre el Gobierno y las delegaciones del Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) para definir
las condiciones en las que Grecia recibiría el crédito de 30.000
millones de euros, a un interés del 5 %, ofrecido por el Eurogrupo
(los países de la zona del euro).
El FMI también contribuiría con unos 15.000 millones de euros a
un tipo de interés menor pero que, según la prensa griega, no
saldría gratis, sino que estaría condicionado a que el Gobierno
apretara aún más el cinturón del gasto público en 2011 y 2012.
Así, y pese a las nuevas protestas de hoy contra los recortes
salariales, la congelación de las pensiones y el retraso de la edad
de jubilación, el ministro de Finanzas griego, Yorgos
Papaconstantínu, no descartó más recortes para los próximos dos
años.
"Nuestro deber histórico es asumir todas las decisiones
necesarias para evitar lo peor para los ciudadanos", dijo hoy el
propio Papandréu.
El político socialista subrayó que el mecanismo de ayuda externa
"es una red de protección contra escenarios negativos como la
incapacidad de Grecia de hacer frente a sus pagos".
De momento, Grecia logró cubrir sus necesidades de financiación
en abril tras lograr 12.000 millones de euros en emisiones de deuda,
pero hasta final de mayo necesita otros 10.000 millones para hacer
frente a un nuevo vencimiento. EFE