Por Kanishka Singh
BENGALURU, 17 mar (Reuters) - La propaganda de la supremacía blanca en Estados Unidos, incluyendo mensajes racistas, antisemitas y anti-LGBTQ, prácticamente se duplicó el año pasado hasta alcanzar un nivel récord, según la Liga Antidifamación (ADL, por sus siglas en inglés).
Los datos de esta organización activista con sede en Nueva York muestran que se denunciaron 5.125 casos en 2020, frente a los 2.724 de 2019, aunque los incidentes en los campus universitarios se redujeron en más de la mitad, posiblemente debido a las restricciones del COVID-19.
Según los críticos, el supremacismo blanco recibió un buen empujón con el mandato recientemente concluido de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, aunque este negara ser racista y dijera haber sido calumniado por sus adversarios políticos en este sentido.
Su sucesor, el presidente Joe Biden, ha ordenado evaluar el riesgo de terrorismo interno tras el ataque del 6 de enero al Capitolio de Estados Unidos perpetrado por simpatizantes de Trump, de los que algunos exhibieron símbolos supremacistas.
La ADL dijo en un informe publicado en su sitio web que la propaganda supremacista se manifestó el año pasado en todos los estados de Estados Unidos, excepto en Hawái, con los niveles más altos de actividad en Texas, Washington, California, Nueva Jersey, Nueva York, Massachusetts, Virginia y Pensilvania.
"El bombardeo de propaganda, que en su mayor parte presenta un lenguaje velado de supremacía blanca con un matiz patriótico, es un esfuerzo por normalizar el mensaje de los supremacistas blancos y reforzar los esfuerzos de reclutamiento, al tiempo que ataca a grupos minoritarios como los judíos, los negros, los musulmanes, los inmigrantes que no son blancos y la comunidad LGBTQ", dijo.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió el mes pasado que la supremacía blanca y los movimientos neonazis se están convirtiendo en una "amenaza transnacional" y han aprovechado la epidemia de coronavirus para reforzar su influencia.
A principios de este año, la representante estadounidense Jackie Speier envió una carta a Biden en la que le instaba a emitir una orden ejecutiva que identificara la supremacía blanca y el extremismo violento como una amenaza para la seguridad nacional.
(Información de Kanishka Singh en Bengaluru; editado por Andrew Cawthorne; traducido por Flora Gómez en la redacción de Gdansk)