Por Kieran Guilbert
LONDRES (Reuters) - Una nueva aplicación móvil que permite a los civiles en países asolados por conflictos capturar y compartir imágenes verificable de crímenes de guerra ayudará a las autoridades a enjuiciar a los responsables, dijo un organismo judicial que puso en marcha la 'app' el lunes.
En los últimos años se han publicado en las redes sociales imágenes -a menudo tomadas con teléfonos móviles- de abusos de los derechos humanos que han resultado falsas, imposibles de verificar o que carecen de la información necesaria para ser utilizadas como pruebas en los tribunales, dijo la International Bar Association (IBA).
La app "EyeWitness to Atrocities" ("testigo ocular de atrocidades") registra la ubicación del usuario, fecha y hora, y redes Wi-Fi cercanas para comprobar que el material de archivo no ha sido editado o manipulado, antes de enviarlo a una base de datos controlada por un equipo de expertos jurídicos.
"Podría cambiar las tornas en la lucha por los derechos humanos y la justicia internacional... y proporcionar una solución a los retos en el ámbito de las imágenes de teléfonos móviles", dijo Mark Ellis, director ejecutivo de IBA.
"También permitirá que los medios de comunicación utilicen el material de archivo y eliminen cualquier duda sobre la autenticidad que puede haber impedido anteriormente que muestren vídeos de teléfonos móviles", dijo en conversación telefónica Ellis a la Fundación Thomson Reuters.
La aplicación fue ideada tras la polémica en torno a las imágenes publicadas por la cadena británica Channel 4 en 2011, que en teoría mostraban a las tropas de Sri Lanka ejecutando a prisioneros tamiles.
El gobierno de Sri Lanka dijo que las imágenes estaban manipuladas y a continuación emitió su propia versión del vídeo, diciendo que los asesinos eran rebeldes con uniforme del ejército. Channel 4 rechazó las acusaciones, diciendo que su trabajo había sido comprobado meticulosamente.
Millones de usuarios de YouTube fueron engañados en noviembre del año pasado por el vídeo del "niño héroe sirio", que parecía desafiar los disparos para rescatar a una chica oculta bajo un coche.
En realidad el vídeo lo produjeron en Malta cineastas noruegos que utilizaron actores y presentaron las imágenes como si fueran reales con el fin de poner de relieve la difícil situación de los niños en zonas de conflicto.