Por Jibran Ahmad
PESHAWAR, Pakistán (Reuters) - Al menos 132 estudiantes y nueve trabajadores murieron el martes cuando talibanes armados asaltaron una escuela en la ciudad paquistaní de Peshawar y abrieron fuego, según testigos, en la masacre más sangrienta que ha sufrido el país en años.
Más de ocho horas después de que los integristas entraran en el complejo escolar, el Ejército declaró el fin de la operación que puso en marcha para acabar con ellos, y aseguró que los nueve insurgentes habían sido abatidos.
El ataque, que se llevó a cabo en una escuela gestionada por el Ejército a la que asistían más de 1.100 personas, muchos de ellos hijos de militares, golpea a una institución muy poderosa.
Los talibanes paquistaníes, que luchan para derrocar al Gobierno y establecer un estado islámico estricto, reivindicaron inmediatamente la autoría del ataque.
"Hemos elegido la escuela militar para el ataque porque el Gobierno tiene como objetivo a nuestras familias y mujeres", dijo el portavoz talibán Mohamed Umar Jorasani. "Queremos que sientan dolor", añadió.
Los talibanes iban equipados con chalecos suicidas y dentro de la escuela se llegaron a escuchar hasta tres explosiones. Fuera, mientras los helicópteros sobrevolaban la zona, la Policía intentaba evitar que los padres rompieran el cordón de seguridad para entrar en la escuela donde estaban sus hijos.
Las autoridades dijeron que 121 alumnos y tres trabajadores del centro resultaron heridos, mientras un hospital local confirmó que los muertos tenían entre 10 y 20 años.
Los hombres armados, que muchos estudiantes aseguran se comunicaban entre ellos en un idioma extranjero, posiblemente árabe, lograron burlar las estrictas medidas de seguridad porque vestían uniformes del Ejército paquistaní, según testigos.
"Tres de los cursos estaban en un seminario especial sobre primeros auxilios en la entrada principal cuando los estudiantes escucharon los disparos, después entraron muchos hombres y abrieron fuego", aseguró Shahrukh Jan, un adolescente que recibió disparos en ambas piernas.
Otro estudiante aseguró en la televisión paquistaní Dunya que "los asaltantes tenían barbas largas, vestían 'shalwar kameez' (vestido tradicional) y hablaban en árabe".
TERROR SIN SENTIDO
La joven paquistaní Malala Yousafzai, la adolescente que recibió un disparo de un talibán cuando iba a la escuela y que se ha convertido en la ganadora del premio Nobel de la Paz más joven de la historia por su campaña por el derecho de los niños a la educación, aseguró estar devastada ante esta noticia.
"Se me ha roto el corazón con este acto sin sentido y a sangre fría", dijo Malala, que ahora vive en el centro de Inglaterra, en un comunicado.
El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, también condenó el ataque y aseguró que se trata de una "tragedia nacional llevada a cabo por salvajes".
"Esos eran mis niños. Es mi pérdida. Es una pérdida de todo el país", dijo en un comunicado.
Desde India, eterno rival de Pakistán, el primer ministro se ha hecho eco de los sentimientos de su homólogo paquistaní.
"Es un acto sin sentido de inexplicable brutalidad que se ha cobrado las vidas de los seres humanos más inocentes, los jóvenes niños que están en la escuela", aseguró.
Los talibanes paquistaníes han aumentado sus ataques en respuesta al impulso de una nueva y mayor operación militar contra los insurgentes en zonas tribales y, aunque hasta ahora se habían centrado fundamentalmente en aeropuertos, bases militares y de las fuerzas de seguridad, también se han visto algunos ataques a civiles.
Ahora, este asalto a la escuela en la que estudiaban los hijos de los militares podría impulsar a las fuerzas armadas a llevar a cabo una respuesta más drástica, según los analistas.