Por Suleiman Al-Khalidi
AMÁN (Reuters) - Las fuerzas de seguridad sacaron los cuerpos de tres presuntos milicianos de los restos de un edificio en una ciudad de Jordania el domingo después de un tiroteo en el que al menos cuatro miembros del personal de seguridad también murieron, dijo el gobierno.
En una gran operación de seguridad, las fuerzas jordanas sitiaron el edificio en una zona residencial de Salt el sábado por la noche en una búsqueda de los responsables de un ataque con bomba el viernes en una camioneta de la policía.
El vehículo de la policía había estado realizando labores de seguridad cerca de un festival de música en la ciudad de mayoría cristiana de Fuhais, cerca de la capital, Amman, a unos 15 kilómetros de Salt.
Cuatro miembros del personal de seguridad murieron durante la operación después de que los supuestos militantes buscaron refugio en un edificio en Salt, una ciudad en las laderas de las montañas, dijo el gobierno.
Uno de los lados del edificio se derrumbó parcialmente, posiblemente debido a una explosión de un atacante suicida en el interior, dijo una fuente de seguridad.
Las fuerzas de seguridad habían incautado armas automáticas en una "operación continua", dijo a Reuters la portavoz del gobierno, Jumana Ghunaimat.
Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad del ataque del viernes en Fuhais en la camioneta en la que un policía murió y otros seis resultaron heridos.
Los militantes del Estado Islámico y otros grupos yihadistas radicales han tenido como objetivo el reino aliado de los EEUU y decenas de militantes actualmente están cumpliendo largas condenas de prisión.
El rey Abdullah, un aliado de las potencias occidentales contra la militancia islamista en Oriente Medio que también ha salvaguardado el tratado de paz de Jordania con Israel, ha sido uno de los líderes más activos de la región en advertir las amenazas planteadas por grupos radicales.
Varios incidentes en los últimos años han sacudido al reino árabe, que no ha visto los levantamientos, las guerras civiles y la militancia islamista que han azotado al Medio Oriente desde 2011.
No estaba claro cuántos militantes huyeron al edificio que se encuentra en un concurrido barrio residencial de la ciudad pero se ha perimetrado la zona, dijeron fuentes de seguridad.
Parte del edificio fue volado por los militantes, según Ghunaimat, y una fuente de seguridad dijo que se creía que un terrorista suicida se había volado causando el derrumbe parcial.
Ghunaimat había dicho anteriormente que se estaban llevando a cabo operaciones de búsqueda y rescate para garantizar que no se tomara como rehenes a civiles en lo que quedaba del edificio.
"El edificio en el que se encontró la célula terrorista está a punto de caer y será demolido para evitar que se derrumbe", agregó Ghunaimat.
El tiroteo también hirió al menos a veinte personas, incluidas mujeres y niños que viven en la zona.
El primer ministro Omar Razzaz estableció un "comité de crisis" que reúne a altos funcionarios de seguridad y del gobierno para coordinar la operación de seguridad a gran escala desplegando cientos de fuerzas.
Las fuerzas de seguridad estaban investigando si los militantes formaban parte de una red durmiente de radicales islamistas que habían planeado una serie de ataques, dijo una fuente oficial.
Jordania dijo este año que había frustrado un plan del Estado Islámico que incluía planes para una serie de ataques en noviembre pasado en instalaciones de seguridad, centros comerciales y figuras religiosas moderadas, arrestando a varios sospechosos.
Las fuerzas de seguridad han extremado la vigilancia ante las advertencias de que los simpatizantes del Estado Islámico podrían lanzar ataques en venganza después de que los militantes fueron expulsados de la mayor parte del territorio que alguna vez controlaron en Siria e Irak.
Los funcionarios de inteligencia y algunos expertos creen que las mayores disparidades sociales y la percepción de una corrupción oficial generalizada están alimentando un aumento de la radicalización entre los jóvenes desafectos en un país con alto desempleo y pobreza creciente.