Por Janice Neumann
(Reuters) - Muchos jóvenes atrapados en el sistema de justicia juvenil están internados por trastornos mentales porque no han recibido asistencia psiquiátrica antes de que los arresten o mientras están en los centros de detención, según un estudio elaborado en California.
En el período 1997-2011, los autores detectaron que el 63 por ciento de los jóvenes internados tenía un trastorno mental como diagnóstico primario, comparado con el 20 por ciento de la población general de esa edad. Los jóvenes detenidos también permanecían internados uno o dos días más que sus pares fuera del sistema judicial.
Estudios previos habían hallado que hasta dos tercios de los jóvenes detenidos tienen trastornos psiquiátricos, según publica el equipo de Arash Anoshiravani en Journal of Adolescent Health.
"Mi experiencia clínica me dice que la gran mayoría de esos jóvenes llegan con problemas mentales (…), no los desarrollan dentro del sistema de justicia juvenil", dijo Anoshiravani, profesor asistente de medicina adolescente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford y director médico de los Institutos de Custodia Juvenil del Condado de Santa Clara.
Anoshiravani opinó que los servicios de salud y sociales deberían interactuar para hallar la forma de ayudar a estos jóvenes antes de su detención.
Los trastornos mentales relevados fueron ansiedad y estrés, depresión y conducta antidisruptiva o psicótica, junto con trauma, otras enfermedades y embarazo.
A menudo, la violación de la ley podía atribuirse al estrés psicológico no controlado, según dijo Anoshiravani.
Los resultados surgen de una serie de datos del alta hospitalaria de pacientes de California que comparaban información sobre salud mental y enfermedades físicas y trastornos de conducta de 11.367 jóvenes detenidos y 1,9 millones de jóvenes de la comunidad (grupo control).
Los primeros eran mayores que los segundos (16 versus 15 años). Los jóvenes detenidos tendían a tener cobertura estatal y a vivir en áreas metropolitanas de California.
Eran más los afroamericanos y los hispanos detenidos hospitalizados por cada uno de los trastornos incluidos en el estudio, excepto por embarazo, que en el grupo control.
Al momento del alta, muchos más jóvenes detenidos que en la comunidad tenía problemas con las adicciones, además de ansiedad y estrés, depresión, conductas disruptivas y psicosis.Las mujeres padecían más enfermedad mental que los varones (74 versus 58 por ciento), aunque eran más los varones con complicaciones asociadas al trauma.
Los jóvenes detenidos padecían, en general, más lesiones por trauma durante intentos de asaltos o suicidio.
Janet Warren, del Instituto de la Ley, la Psiquiatría y las Políticas Públicas de la Universidad de Virginia, opinó que el estudio describe las elevadas tasas de diagnósticos psiquiátricos en la población juvenil detenida y demuestra que los centros de salud mental comunitarios no están recibiendo los fondos necesarios para ayudarla.