LONDRES (Reuters) - El ex-ciclista Lance Armstrong dijo que no habría tenido que recurrir al dopaje en la era actual, y que lo que ocurrió hace años debe ser visto en su contexto.
"Si corriese en 2015, no, no volvería a hacerlo porque no creo que haga falta", dijo el corredor tejano en una entrevista a la BBC el lunes.
"Si volviese a 1995, cuando el dopaje era generalizado, seguramente volvería a hacerlo".
Después de superar un cáncer, el que una vez fuera el héroe de millones de aficionados al ciclismo perdió sus siete títulos de ganador del Tour de Francia y fue expulsado de por vida de la competición en 2012 por la agencia antidopaje estadounidense. El organismo le acusó de haber tramado una de las redes de dopaje más sofisticadas en la historia del deporte.
Después de volver a correr tras recuperarse del cáncer que sufrió a finales de la década de los noventa, Armstrong fue acusado de dopaje con frecuencia, algo que el ciclista siempre negó hasta la "decisión razonada" tomada por la agencia antidopaje en un informe.
El documento, compuesto de 200 páginas apoyadas en 1.000 más de pruebas y evidencias, llevó finalmente a Armstrong a confesar en una entrevista con la popular presentadora estadounidense Oprah Winfrey en enero de 2013.
"Cuando tomé la decisión (de doparme en 1995) cuando mi equipo tomó esa decisión, cuando todo el pelotón tomó esa decisión, fue una mala decisión en un momento imperfecto".
"Pero ocurrió. Y sé lo que pasó debido a eso. Sé qué le pasó al deporte, vi su dimensión".
Armstrong aseguró estar arrepentido de su comportamiento "inaceptable e inexcusable" con otros corredores y figuras del deporte durante los numerosos intentos de rechazar sus acusaciones de dopaje.
"Quería cambiar al hombre que hacía esas cosas, quizás no la decisión, sino la manera de actuar", continuó.
"La forma en que trataba a la gente, la forma en que no podía parar de pelear. Era inaceptable, inexcusable".
Sus siete victorias en el Tour entre 1999 y 2005 le han sido retiradas, pero no se le han otorgado a nadie más debido a la prevalencia del dopaje en aquellos momentos. El norteamericano se mostró resuelto cuando le preguntaron acerca de los títulos.
"Creo que tiene que haber un ganador. Lo digo simplemente como aficionado. No creo que se quede desierto... yo siento que gané esos Tours", dijo.
Armstrong se está planteando retomar su organización de ayuda contra el cáncer, de la que se alejó en el culmen del escándalo, y continúa haciendo presión para intentar que se levante la prohibición que pesa sobre él para poder competir en otros deportes como el triatlón.
Cuando le preguntaron si la gente estaba lista para su retorno a la vida pública, dijo: "De forma egoísta, diría que sí, nos estamos acercando a ese momento".