Por Tarek Amara
TÚNEZ (Reuters) - Al menos 45 personas han muerto el lunes cuando combatientes islamistas atacaron los acuartelamientos militares y policiales de la ciudad tunecina de Ben Guerdan, cerca de la frontera libia, según dijo el Ministerio de Interior en una última actualización del balance de víctimas.
Entre las víctimas se incluyen 28 miícianos, 10 miembros de fuerzas de seguridad y siete civiles, informó el Ministerio en un comunicado.
Tras el ataque, las autoridades acordonaron el cercano recinto turístico de Djerba, un popular destino para turistas extranjeros y locales, y cerró dos pasos fronterizos con Libia, dijo la agencia de noticias estatal TAP.
No estaba claro inmediatamente si los atacantes cruzaron la frontera, pero el asalto del lunes es el tipo de operación que había temido el Gobierno de Túnez mientras se prepara para un posible contagio desde Libia, donde Estado Islámico ha expandido su presencia.
La televisión local mostraba imágenes de soldados y policías apostados en portales y tejados mientras sonaban disparos en el centro de la ciudad. Los cuerpos de islamistas muertos yacían en las calles cerca de los cuarteles, dijeron habitantes del lugar.
"Vi muchos militantes al amanecer, corrían con sus kalashnikovs", dijo Husein, un habitante, a Reuters por teléfono. "Dijeron que eran de Estado Islámico y que vinieron a por el ejército y la Policía", dijo.
Aunque Túnez ha mantenido un modelo de transición democrática desde las revueltas de 2011 contra el dirigente Zine El-Abidine Ben Ali, el país noraficano ha quedado a merced de una lucha con los insurgentes islamistas.
Más de 3.000 tunecinos han acudido a combatir con Estado Islámico y otros grupos en Siria e Irak. Los responsables de seguridad tunecinos dicen que cada vez vuelven más combatientes para unirse al grupo en Libia, al otro lado de la frontera.
Desde la caída de Muamar Gadafi hace cinco años, Libia se ha sumido en el caos mientras dos gobierno rivales y facciones armadas pugnan por el control. Estado Islámico ha crecido aprovechando la agitación, tomando la ciudad de Sirte y atrayendo a reclutas desde el extranjero.
Las fuerzas tunecinas han estado alerta por una posible infiltración desde el pasado mes, cuando Estados Unidos realizó un ataque aéreo contra insurgentes tunecinos de Estado Islámico cerca de la frontera.