Por Andrew Osborn
LONDRES (Reuters) - El primer ministro británico, David Cameron, se vio sometido a una fuerte presión el miércoles en el parlamento con relación a un escándalo fiscal relacionado con la división suiza de HSBC.
El Partido Laborista, en la oposición, acusó al partido de Cameron de aceptar donaciones de titulares de cuentas de HSBC "sospechosas".
Cameron no cuestionó las donaciones --de siete individuos sin nombre-- y no hay indicios de que los titulares de las cuentas hicieron nada ilegal. Pero la revelación resulta incómoda para Cameron a tres meses de las elecciones nacionales del 7 de mayo.
Le dio una oportunidad a los laboristas, igualados con los conservadores de Cameron en muchas encuestas de opinión, para reforzar su acusación a Cameron y a su partido de poner los intereses de los ricos antes que los de los menos pudientes, una crítica que Cameron rechaza.
"¿Cómo puede explicar el primer ministro la puerta giratoria entre el la sede del Partido Tory (conservador ) y la filial suiza del HSBC?", preguntó el líder laborista Ed Miliband a Cameron en el parlamento. "Es un primer ministro sospechoso, rodeado de donantes sospechosos".
Cameron se burló del ataque.
"Durante 13 años se sentaron en el Tesoro, no hicieron nada acerca de la transparencia fiscal, nada sobre la evasión fiscal, nada sobre la elusión fiscal", dijo en referencia a los años de los laboristas en el poder antes del actual mandato conservador.
Después de que se filtrara este mes la lista de clientes de su banco suizo HSBC admitió fallos en los controles de la división.
Miliband, que afirmó que HSBC había permitido la evasión fiscal a "escala industrial", atacó la financiación del partido en el poder, acusándolo de aceptar donaciones por casi 5 millones de libras de siete titulares de cuentas anónimas de HSBC en Suiza.
Cameron dijo que había visto la misma lista de nombres y que incluía el nombre de un par británico que había donado dinero para la campaña electoral del predecesor de Miliband como líder laborista.