Por Aleksandar Vasovic
BERKASOVO, Serbia (Reuters) - Una columna de alrededor de 40 autobuses llenos de inmigrantes hacían cola para entrar en Croacia desde Serbia el domingo, tras ver cómo se frenaba su avance hacia la Europa occidental por la necesidad de tomar una nueva ruta a través de Eslovenia, mientras las condiciones meteorológicas empeoran.
Muchos habían pasado la noche en los autobuses, envueltos en ropa de abrigo y mantas para protegerse del frío otoñal. Despertaron bajo una densa niebla.
"Esta parte del viaje ha durado 20 horas, y hemos estado aquí casi 12 horas", dijo Khair, de 40 años, que trabajaba de jefe de ventas en la capital siria, Damasco. "¿Qué podemos hacer? Estamos aquí y tenemos que esperar".
Hungría selló su frontera sur con Croacia a los inmigrantes en la medianoche del viernes, lo que los obligó a desplazarse hacia el oeste, hacia Eslovenia, una antigua república Yugoslava de dos millones de personas que también pertenece a la UE y limita con Austria.
Unos 3.000 entraron en Eslovenia el sábado, camino de Austria y Alemania, el destino favorito de la gran mayoría, muchos de ellos sirios que huyen de la guerra.
Pero las autoridades eslovenas dijeron que se disponían a limitar el flujo a alrededor de 2.500 al día para adaptarlo a la capacidad que tiene el país para realizar los registros y darles alojamiento.
Esta situación amenaza con crear un embudo en Croacia y Serbia, países que en las últimas semanas han visto más de 5.000 personas cruzando sus fronteras cada día.
Las organizaciones humanitarias están preocupadas por las colas que se están acumulando en los Balcanes, azotados por vientos y lluvias, con el invierno a las puertas.
Tanto Croacia como Eslovenia han dicho que no van a impedir el paso de inmigrantes, siempre que Austria y Alemania también mantengan sus puertas abiertas.
La UE ha acordado un plan, al que se oponen Hungría y varias naciones del antiguo bloque comunista, parar repartir 120.000 refugiados entre sus países miembros.
Esta cifra es sólo una pequeña proporción de los 700.000 inmigrantes que se espera que lleguen a las costas de Europa en barcos y pateras desde el norte de África y Turquía este año, muchos de ellos huyendo de la guerra y la pobreza en Oriente Próximo, África y Asia.
(Información adicional de Marja Novak en Liubiana; Traducido por Tomás Cobos)