Por Byron Kaye y Paulina Duran
SIDNEY, 8 ene (Reuters) - El primer ministro australiano Scott Morrison (LON:MRW) instó a los turistas extranjeros a no dejarse disuadir por los letales incendios forestales que han arrasado grandes extensiones del país y han enviado columnas de humo hasta Sudamérica, incluso cuando las autoridades advirtieron de la revitalización de las llamas.
Morrison solicitó apoyo a los visitantes internacionales el miércoles cuando visitó la Isla Canguro, una atracción turística, normalmente llena de vida silvestre, frente a la costa sur de Australia que ha sido golpeada dos veces en las últimas semanas por feroces incendios.
"Australia está abierta, Australia sigue siendo un lugar maravilloso para venir y traer a tu familia y disfrutar de tus vacaciones", dijo Morrison a los periodistas después de reunirse con los operadores de turismo y los agricultores locales.
"Incluso aquí en la Isla Canguro, donde un tercio de la isla ha sido obviamente diezmada, dos tercios de ella está abierta y lista para el negocio", dijo. "Es importante mantener las economías locales vibrantes en estos momentos".
En toda Australia, el coste de los incendios aumenta diariamente. Poco después de que Morrison hablara, los representantes confirmaron que otro bombero había muerto en un accidente automovilístico el viernes pasado mientras estaba de servicio, lo que elevó el número de muertos a nivel nacional a 26.
En el estado de Victoria, las autoridades instaron a las personas que se encuentran en zonas de riesgo de incendio a considerar la posibilidad de evacuar durante el jueves, antes de que el viernes se produzca un aumento de la temperatura que se espera traiga consigo un nuevo peligro.
"Estos incendios siguen siendo peligrosos, siguen siendo dinámicos, siguen siendo volátiles, y las condiciones que vamos a ver pueden alargar significativa la vida de estos incendios", dijo la ministra de Servicios de Emergencia de Victoria, Lisa Neville.
(Información de Byron Kaye y Paulina Duran; información adicional de Swati Pandey y Colin Packham; editado por Jane Wardell; traducido por Laura Hijón en la redacción de Gdansk)